En Quebec, Canadá, la belleza de la primavera le servía de marco a un acto muy especial: Allí se inauguraba el restaurante número 75 de una gran cadena, y el primero en esa gran nación.
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El más feliz por este hecho era Stephen Bell, el propietario y fundador de esa empresa, quien, resumió así su historial de triunfo:
Desde que empecé como pelador de papas en una cafetería, hice mío este lema: «un poco más»; esas palabras fueron la diferencia entre tantos trabajadores y yo, que llegué a la cima.
Muchos no podían creer que esa fuera la fórmula para alcanzar una gloria tan grande como la de Bell, pero se convencieron cuando éste dijo:
¡Los campeones cumplen con su deber y siempre hacen «un poco más»!
LA CLAVE DEL í‰XITO: SIEMPRE «UN POCO MíS».