En mi publicación de hoy no opinaré sobre temas de tributación como lo he hecho desde hace ya 28 semanas, hoy haré un paréntesis para comentar sobre la inauguración del nuevo templo de la iglesia Casa de Dios, lo cual en mi opinión es un suceso que trascendió nuestras fronteras y nos hace soñar en grande.
mcoyoy@ufm.edu
La inauguración del nuevo templo de Casa de Dios, para muchos ha sido una oportunidad perfecta para manifestar sus críticas destructivas, como lastimosamente hacemos comúnmente los chapines, mientras que para otros es la muestra de que los guatemaltecos, aunque estemos en un país tercermundista, con uno de los más altos porcentajes de analfabetismo, y llenos de violencia, corrupción e inseguridad, pueden ponerse de acuerdo en una misma visión y concluir un proyecto como lo es el nuevo templo de Casa de Dios; proyecto con un claro objetivo: exponer a las personas a la palabra de Dios para formar chapines con valores morales y éticos para transformar a Guatemala.
La iglesia Casa de Dios comenzó hace 20 años, cuando solamente eran 3 familias en aquella oportunidad, ahora son más de 20 mil personas las que asisten en forma regular. Definitivamente, la presencia de Dios y los mensajes de Fe han permitido este crecimiento. Está de más preguntarse entonces, por qué un lugar tan grande de 11 mil butacas, parqueo para más de 3 mil vehículos, lugar especial para 2 mil niños, etc., ya que es evidente que si el templo anterior sólo tenía capacidad para 3 mil quinientas personas, ya no se daba abasto, era una necesidad más que un lujo, y si era para Dios, ¿por qué no hacerlo lo mejor posible? ¿Será que sólo los centros comerciales, los teatros o los estadios pueden tener bonitos diseños? Creo que no, más cuando es un lugar donde se adora a Dios.
He escuchado a muchos preguntándose, ¿por qué mejor ese dinero no se dio a la gente necesitada? Hubiese podido ser una buena estrategia, pero no la mejor. Como dicen, al pobre no hay que darle el pescado, hay que enseñarle a pescar, y definitivamente enseñar los valores morales basados en la Palabra de Dios, es la mejor herramienta para que todos los guatemaltecos empecemos a pescar, dejemos la mediocridad, creamos en cosas grandes y logremos la prosperidad en todas la áreas de nuestra vida. No obstante lo anterior, Casa de Dios sí apoya a la gente necesitada a través de su Banco de Alimentos que está en funcionamiento desde el 2006. Sólo en el 2012 logró reunir y entregar más de 2 millones de tiempos de comida, aparte fundó el programa de entrega de vitaminas que diariamente llega a más de 5 mil niños por medio de diversas entidades a nivel nacional.
Por último, es de mucho orgullo constatar que dicho templo fue diseñado por guatemaltecos, construido por guatemaltecos, y fue posible gracias a los aportes voluntarios de guatemaltecos. Esto último a muchos los pone incómodos, sin embargo es una instrucción con promesa que está en la Biblia en Malaquías 3:10, ¿a quién le gustaría que las ventanas de los cielos se abrieran para recibir bendición hasta que sobreabunde? En realidad, no es cuestión de la inauguración de un nuevo templo ni de una religión, es cuestión de que Jesús un día vino a morir por todos nuestros pecados y ahora podemos tener una relación con Él. Es posible tener un mejor país si comenzamos todos a actuar con valores morales, principios cristianos y haciendo nuestra parte lo mejor que se pueda. Aprovecho para unirme a felicitar a mis Pastores Carlos (Cash) y Sonia Luna y a toda la congregación, por ser instrumentos de inspiración a Guatemala y al mundo entero, enseñando que las cosas no solo deben hacerse bien, sino con excelencia para Dios.