Un Ochocinco más humilde se dirige al Súper Bowl


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Cuando Chad Ochocinco llegó a Nueva Inglaterra, el extravagante wide receiver sabí­a que tendrí­a que mantener un perfil bajo y trabajar duro para acoplarse a un equipo que no tolera payasadas.

Por JIMMY GOLEN FOXBOROUGH / Agencia AP

Ser suplente fue una experiencia que le hizo poner los pies sobre la tierra, dijo, y la recompensa será un viaje al Súper Bowl para un jugador que nunca habí­a ganado un partido de postemporada.

«Ha sido una experiencia aleccionadora; eso es lo que ha sido. Ha sido una de las mayores experiencias de humildad que he tenido», dijo Ochocinco el jueves mientras se preparaba para el partido del 5 de febrero contra los Giants de Nueva York. «Esta es una de las primeras veces que he estado haciendo exactamente lo que me ha dicho que haga».

Después de la peor temporada de su carrera, al menos en términos estadí­sticos, Ochocinco asegura que está contento por haber fichado con los Patriots.

«Pero mi lado competitivo está (molesto)», comentó.

El wide receiver atrapó 15 pases para 276 yardas y un touchdown esta temporada, todas las peores cifras en su carrera.

A pesar de sus malas estadí­sticas, el entrenador Bill Belichick no tiene quejas de Ochocinco.

«Chad ha trabajado duro», dijo. «Ha hecho un gran esfuerzo para hacer todo lo que le hemos pedido que haga dentro y fuera del terreno de juego».

Durante sus 10 temporadas en Cincinnati, el receptor hizo todo lo que pudo para hacer que su nombre llegara a los titulares; desde cambiar su nombre original, Chad Johnson, por el de su camiseta (85), hasta hacer listas de los cornerbacks que no podí­an detenerlo y pedirle a los aficionados que le ayudaran a idear nuevas celebraciones de anotación.

Y su extroversión no se limitaba al terreno de juego: Ochocinco participó en el programa de concurso de baile «Dancing With the Stars» y fue conductor de otro programa.

Pero Ochocinco renunció a todo eso para acoplarse a los Patriots.

Bueno, quizá no a todo.

Ochocinco encontró en Twitter una nueva manera de llamar la atención que está lejos del control de la liga. Con 3,1 millones de seguidores y 32.000 tuits, es uno de los atletas más activos de la red de socialización.

«La prensa tiene el control de mi imagen, le dice a la gente en qué estoy metido», dijo Ochocinco el jueves en su casillero en el estadio de los Patriots. «Twitter me permite recuperar ese control. Quita al intermediario y me permite mostrar quién soy en realidad».

Mientras miraba el discurso de Barack Obama sobre el estado de la nación, Ochocinco tuiteó el martes por la noche que «el tipo que está en el hombro izquierdo de Obama no se ve muy feliz».

Se trataba de John Boehner, el presidente de la Cámara de Representantes, quien le respondió e hizo planes para reunirse con Ochocinco en cuanto termine la temporada de los Patriots.

«Que me respondiera me pareció increí­ble», dijo Ochocinco. «Es un hombre poderoso… El presidente de México y yo nos tuiteamos todo el tiempo. Ya son dos personas poderosas».