Un nuevo capí­tulo del desarme nuclear


El sol se eleva sobre la ciudad de Praga y su castillo. Los presidentes de EE.UU. y Rusia se reunirán en Praga para firmar un histórico tratado de desarme nuclear. FOTO TOPSHOTS AFP / JOE KLAMAR

Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Dimitri Medvedev, firmarán el jueves en Praga el nuevo tratado START sobre la reducción de sus arsenales nucleares, un año después del llamado lanzado al mundo por el dirigente norteamericano para acabar con las armas atómicas.


Para los dos dirigentes la firma de este acuerdo es la piedra angular de la reactivación de las relaciones ruso-norteamericanas, seriamente deterioradas durante la presidencia de George W. Bush.

Obama suscribirá el acuerdo menos de 48 horas después de haber anunciado una nueva doctrina nuclear según la cual Estados Unidos sólo recurrirí­a al arma atómica en «circunstancias extremas», para defender sus intereses vitales y los de sus aliados.

La solemne firma del nuevo tratado START, que reemplaza el acuerdo suscrito en 1991 y que expiró el 5 de diciembre de 2009, tendrá lugar el jueves a mediodí­a (10H00 GMT) en el Castillo de Praga, sede oficial de la presidencia checa.

Obama, Premio Nobel de la Paz 2009, regresa a Praga un año después de haber pronunciado en esta ciudad un discurso sobre la proliferación de armas nucleares, que sentó las bases del nuevo START.

El nuevo tratado reduce el número de ojivas nucleares que cada paí­s tiene a 1.500.

La ceremonia, prevista en el magní­fico «Salón Español» del castillo, estará precedida por una entrevista bilateral de los dos jefes de Estado, según el programa.

Según el canciller ruso, Serguei Lavrov, la firma del nuevo START «ilustra el nuevo grado de confianza» entre los dos antiguos adversarios de la Guerra Frí­a.

Pero Lavrov advirtió que su paí­s se reserva el derecho de retirarse del nuevo tratado de desarme si el escudo antimisiles estadounidense amenazase su potencial nuclear.

«Rusia tendrá derecho a salir del tratado START si el desarrollo cuantitativo y cualitativo del potencial de defensa antimisiles de Estados Unidos comienza a pesar sobre la eficacia de las fuerzas nucleares estratégicas», subrayó el ministro.

Este asunto ha trabado gravemente las relaciones ruso-norteamericanas desde hace varios años. Washington congeló en septiembre un proyecto de escudo antimisiles, muy criticado por Rusia, pero Moscú asegura mantener «serios interrogantes» sobre sus nuevos planes.

Está previsto que Medvedev llegue a Praga el miércoles por la noche. Dejará la capital checa el jueves por la tarde, tras la conferencia de prensa y el almuerzo previstos una vez concluida la ceremonia de firma del tratado START.

Por su lado, Obama llega a Praga el jueves por la mañana y acudirá directamente al Castillo, para entrevistarse con su homólogo ruso. La tarde del jueves se entrevistará con once dirigentes de Europa Central y del Este.

Antes de retornar a Washington, el presidente estadounidense se entrevistará el viernes por la mañana con el jefe de Estado checo, Vaclav Klaus.

Unos 5.000 policí­as serán desplegados en Praga del miércoles al viernes, según el jefe de la policí­a checa, Oldrich Martinu.

«Praga, el Castillo de Praga y las residencias de los embajadores estadounidense y ruso figurarán entre los sitios más seguros del mundo», afirmó el martes Martinu.

DESARME NUCLEAR El nuevo tratado START


Estos son los principales puntos del nuevo tratado ruso-estadounidense sobre reducción de armas estratégicas (Strategic Arms Reduction Talks, START) que será firmado el jueves en Praga por los presidentes ruso Dimitri Medvedev y estadounidense Barack Obama:

– REDUCCIí“N DE 74% DEL NíšMERO DE OJIVAS NUCLEARES que poseen ambos paí­ses (respecto al lí­mite definido por el tratado START I de 1993), a 1.550 respectivamente. Esta cifra corresponde a un descenso del 30% del número de ojivas respecto al Tratado de Reducción de Arsenales Nucleares Estratégicos (SORT, o tratado de Moscú), firmado en 2002.

– LIMITACIí“N A 800 DEL NíšMERO DE VECTORES (misiles intercontinentales, a bordo de submarinos y bombarderos) desplegados o no por cada uno de los dos paí­ses.

– LIMITACIí“N A 700 DEL NíšMERO DE VECTORES desplegados.

– ESCUDO ANTIMISILES: según Washington, no impone ninguna limitación a los ensayos, al desarrollo o al despliegue de sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos, que estén programados o en curso de serlo. Tampoco limita los proyectos estadounidenses en materia de ataques convencionales de largo alcance.

– VERIFICACIí“N: El nuevo tratado retoma los elementos de START I y los adapta a los nuevos lí­mites. Prevé verificaciones «in situ» de las instalaciones nucleares, intercambio de datos, así­ como notificaciones recí­procas de armamentos ofensivos y sitios nucleares.

– DURACIí“N DEL TRATADO: El tratado tiene una duración de 10 años a partir de su fecha de entrada y podrá ser renovado por una duración máxima de cinco años. Una cláusula prevé que cada parte puede retirarse del tratado.

– ENTRADA EN VIGOR: EL tratado entrará en vigor tras ser ratificado por los parlamentos de los dos paí­ses. El tratado SORT de 2002 quedará automáticamente abolido tras la entrada en vigor del nuevo texto.