Un duelo que nunca cierra


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Hace algunos días tuve la oportunidad de compartir con dos personas integrantes de Famdegua, mientras se les hacía una entrevista, y realmente es impresionante ver de qué manera pueden proyectar sus historias, pues basta observar sus rostros con atención para entender la angustia que gobierna el interior de cada una de las personas que se ven afectadas por aquel suceso desagradable en el cual, de manera forzada desaparecieron a muchísima gente, muchísimos de ellos , con grandes ideales, metas, sueños y mucha visión para poder dar lo mejor de sí a nuestro país.

Alejandro Balán
fotografialejandro@gmail.com


Durante la entrevista que realizamos hace algunos días con uno de los reporteros de este medio, pudimos apreciar en la sala donde fuimos atendidos, una gran cantidad de fotografías con fechas en que desaparecieron a las personas, todos en su mayoría jóvenes. Mucha gente dice que se celebra el día de la desaparición forzada, cuando realmente no fue un día de celebración, es un día de conmemoración, y duelo, ya que como lo mencionaba Blanca de Hernández, la desaparición forzada es lo peor que puede sucederle al familiar de la víctima, pues cuando una persona fallece, es posible cerrar un ciclo de duelo al momento de dar cristiana sepultura a quien deja de existir, pero en el caso de las personas que un día salieron de casa y no volvieron, dejando ciclos incompletos, esperanzas guardadas, y familiares angustiados que exigen justicia y la oportunidad de poder cerrar esa difícil etapa de sus vidas y muchos de ellos podrán hacerlo solo al momento de que les sean entregados los restos de sus familiares.

En la actualidad la práctica de la desaparición ha sufrido de cierta evolución, ya que muchas vidas se siguen perdiendo a diario y solo que ahora se lleva a cabo por distintos grupos, los que realizan esta serie de crueles actos, grupos vinculados con el crimen organizado.

Independiente de la época que vivimos, la desaparición se sigue dando a diario, de distintas formas, y es una situación que solamente podemos cambiar con educación, conciencia social, y dándonos la oportunidad de ampliar la mente para poder respetar las diversas ideologías, cosa que en este país aún es solo un sueño, ya que muchos sectores ejercen opresión para mantener el país a conveniencia de algunos pocos. Como ciudadano, tengo la esperanza de que la situación mejore y a todos aquellos familiares que padecieron estos sucesos mi mayor solidaridad y que el Ser supremo permita paz en sus corazones para poder aliviar de una pequeña forma la angustia de sus corazones.