Un dí­a en el infierno de St. Andrews


Louis Oosthuizen, golfista sudafricano, se convirtió en el lí­der del Abierto británico. FOTO LA HORA: AFP PETER MUHLY

No queda nadie a la vista de los que decí­an que el Old Course de St. Andrews es un campo fácil, que no está a la altura para acoger un grande del siglo XXI, que se escandalizaban ante las tarjetas bají­simas, récord de Rory McIlroy (nueve bajo par) incluido.


Ayer se ha vivido una segunda jornada del Open Championship de puro de golf y emoción en esta esquina de Escocia donde el viento, que ha obligado a una breve interrupción del juego porque era casi imposible patear en hoyos como el 11, ha convertido el campo en un infierno con un gran vencedor, Louis Oosthuizen y un damnificado, el genio precoz, el hombre récord, el norirlandés McIlroy. Después de hacer ayer la mejor primera vuelta de la historia del Open, el joven del swing perfecto y natural ha llenado su tarjeta de bogeys, seis, y un doble bogey, el del complicado hoyo 11 para ocho golpes sobre el par, -1 en el total, lejos de cualquier opción. Aún así­, sonreí­a y bromeaba con el público del tee del 18, quizás feliz porque se acababa la pesadilla.

En cambio, el sudafricano Oosthuizen, lí­der desde primera hora con unos inalcanzables -12, se ha beneficiado de las buenas condiciones durante la mañana para marcar una vuelta de 67, la misma que un gran Miguel íngel Jiménez, que también ha estado en el primer turno. Eso sí­, que nadie se queje, esto es el Open. Entre las vueltas honorables, la de un viejo rockero, Mark Calcavecchia, otro 67 en el dí­a para -7 en el total, segundo y reviviendo la gloria que le llevó a ganar en 1989. Otro español, Alejandro Cañizares, que ayer sorprendió con una vuelta de -5, ha lidiado con la peor climatologí­a para mantenerse entre los diez mejores del torneo.

TERROR

En este marasmo de bogeys y doble bogeys algunos hoyos se han convertido en el infierno en la tierra. El peor, el mí­tico hoyo 17, ahora con un tee 35 metros más atrás, lo que con el viento de hoy le hací­a un reto sin igual. Allí­ cayeron buenas vueltas como la de Paul Casey, que se queda con -6 en el total, igual que Lee Westwood, tras un triple bogey en el Hoyo del Camino, del que también fue ví­ctima la que iba camino de convertirse en la mejor vuelta de la tarde, la del agresivo alemán Marcel Siem. En este hoyo y en el momento en que se escribe esta crónica con la jornada consumiendo los últimos minutos de sol, sólo ha habido un birdie, el de el español Ignacio Garrido, que se ha situado en el puesto 14 empatado tras una vuelta de -1 para -4 en el total.

En este contexto, Tiger Woods ha intentado hacer valer su experiencia en los grandes y su conocimiento de un campo del que no se cansa de repetir que es su favorito y donde jugarí­a si pudiese todos los grandes. El estadounidense no ha terminado de agarrarse al campo. Tras un inicio nefasto perjudicado por la interrupción del juego cuando se encontraba en el hoyo 1, Tiger ha hecho tres putts en los dos primeos hoyos para dos bogeys que han lastrado el resto del recorrido. Sin embargo, el estadounidense se ha mantenido firme: gran putt de par en el hoyo 8 y primer puño fuera y birdie en el nueve. Luego, de nuevo, tres putts en el 15 que han estropeado el final de la jornada, durí­sima. Por cierto, la media de putts estaba por encima de los 35,5, cuando una buena vuelta de golf está en torno a los 27.

«Aguanto hasta que estalle»

La sorpresa negativa del dí­a la ha protagonizado Sergio Garcí­a. El castellonense, que ha firmado por segundo dí­a una vuelta de -1 para -2 en el total, se ha mostrado desanimado y desmoralizado ante las cámaras de Canal en unas declaraciones en las que incluso ha llegado a sugerir que piensa en abandonar el golf.

También con -2 se ha situado ílvaro Quirós mientras que Gonzalo Fernández Castaño ( 4) y José Manuel Lara ( 11) se han quedado fuera del corte.

Fuera está también un ilustre del Open, Harrington, que con tres sobre el par en los dos primeros hoyos ha lastrado una vuelta que le ha dejado lejos del corte ( 1) y por tanto muy lejos de reeditar sus victorias en 2007 y 2008. Ernie Els es otro de los campeones que ha perecido ví­ctima del viento, un viento que sin embargo no ha amedrentado al campeón amateur, el surcoreano Jeong Jing, que se habí­a situado tercero empatado con -6 tras una actuación brillante. Este sábado el tiempo se espera más apacible, aunque en St. Andrews nunca se sabe. Qué espectáculo.