Un año literario signado por mujeres, de Alice Munro a Poniatowska


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Los máximos premios de las letras internacionales e hispanas se rindieron en este año que culmina al talento de dos veteranas escritoras: la canadiense Alice Munro, ganadora del Nobel de Literatura, y la mexicana Elena Poniatowska, quien se adueñó del Cervantes.

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Por Gabriela Mayer Agencia DPA

«Se empieza a reconocer el trabajo de las mujeres», observó Poniatowska, quien a sus 81 años continúa compaginando el oficio literario con el periodístico. Nacida en París como descendiente de la realeza polaca, la autora de «La piel del cielo» y «El tren pasa primero» es apenas la cuarta pluma femenina elegida para recibir este galardón.

Por su parte, Munro, de 82 años y conocida también como la «Chéjov canadiense», confesó que no creía que, pese a estar hace años entre las favoritas, fuera a quedarse con el codiciado Nobel. «¡Yo era una mujer! Aunque hay mujeres que lo ganaron, lo sé», recordó en un video que reemplazó al tradicional discurso de aceptación del premio, ya que no pudo viajar a Estocolmo por razones de salud.

Pero la Academia Sueca siguió compensando un déficit histórico de reconocimiento a las mujeres y sorprendió a la autora de «Las lunas de Júpiter» y «Escapada», ya que la «maestra del cuento contemporáneo» se convirtió en la cuarta premiada de la última década y la decimotercera desde la instauración del galardón en 1901.

De esta manera, quedaron postergados otros dos eternos candidatos al Nobel: el japonés Haruki Murakami y el estadounidense Philip Roth. El exitoso novelista nipón publicó su nueva obra «Los años de peregrinación del chico sin color». Y Roth regresó a su Newark natal para celebrar sus 80 años y semanas más tarde recibió el premio PEN.

Asimismo, 2013 fue el año de partida de dos Nobel de las Islas Británicas: la inglesa Doris Lessing y el irlandés Seamus Heaney. La autora de «The Golden Notebook» («El cuaderno dorado»), galardonada en 2007 por narrar «la épica de la experiencia femenina», falleció a los 94 años. El poeta y dramaturgo Heaney, considerado el alma lírica de Irlanda y distinguido en 1995, murió a los 74 años.

Y las letras latinoamericanas se vieron privadas de un gran escritor: el colombiano Álvaro Mutis, quien junto a su amigo íntimo Gabriel García Márquez hizo parte del grupo de autores colombianos que se quedaron a vivir en México. Premio Cervantes 2001 y creador de Maqroll el Gaviero, personaje en torno al cual Mutis desarrolló gran parte de su obra, murió a los 90 años. Su patria adoptiva le rindió diversos homenajes, entre ellos en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Además, un grupo de peritos puso fin a un misterio de 40 años, al concluir que el fallecimiento del Premio Nobel chileno Pablo Neruda en 1973 se debió al cáncer de próstata y no a un envenenamiento por parte de la dictadura militar. De todas maneras, la causa por la muerte del célebre poeta aún no está cerrada. Mientras, diferentes paneles, debates y exposiciones recordaron los diez años de la partida de Roberto Bolaño, quien forjó nuevos caminos para la literatura latinoamericana post «boom». Y Pedro Lemebel -compañero de generación del autor de «Los detectives salvajes»- se adjudicó el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso.

Este 2013 aportó también múltiples satisfacciones para los escritores españoles, que pisaron fuerte en materia de galardones literarios. Antonio Muñoz Molina recibió el Príncipe de Asturias de las Letras, que valoró la «hondura» y la «brillantez» de su obra, así como su compromiso intelectual. El autor de «Sefarad» se convirtió en el primero de lengua española en conquistar la distinción en 13 años.

Asimismo, Javier Marías obtuvo el Formentor por su trayectoria, al ser considerado un «importante renovador de la narrativa en español”. Mientras, el premio mejor dotado de la escena editorial hispana, el Planeta de Novela, quedó en manos de Clara Sánchez por la obra de intriga psicológica «El cielo ha vuelto». Y el Alfaguara fue otorgado a José Ovejero por «La invención del amor», novela con tintes de thriller.

En tanto, el Rómulo Gallegos recayó por primera vez en un puertorriqueño, Eduardo Lalo, por «Simone», y el Herralde fue para el mexicano Álvaro Enrigue, por su novela «Muerte súbita». Por su parte, la escritora e ilustradora argentina Isol (Marisol Misenta) se alzó con el Premio Astrid Lindgren, uno de los más prestigiosos en el rubro de la literatura infantil y juvenil.

Asimismo se despidieron en 2013 dos nonagenarios referentes del movimiento de los indignados en España: Stéphane Hessel y José Luis Sampedro. El francés Hessel, autor del libro bandera «¡Indignaos!» («Indígnense!» en América Latina), falleció a los 95. Mientras, el español Sampedro, prologuista de la edición de esa obra en su país, murió a los 96.

Y en un año que se vio conmocionado por las revelaciones del informante estadounidense Edward Snowden, más de 500 escritores de todo el mundo, incluidos cinco premios Nobel, decidieron tomar la palabra en defensa de la democracia y contra el espionaje masivo de los gobiernos en la era digital. Los autores de todo el globo advierten en su petición: «Una sociedad bajo vigilancia permanente no es una democracia”.

Este 2013 aportó también múltiples satisfacciones para los escritores españoles, que pisaron fuerte en materia de galardones literarios.

Los autores de todo el globo advierten en su petición: «Una sociedad bajo vigilancia permanente no es una democracia”.