Últimos objetos avistados tampoco pertenecen a avión


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Continúa la frustración en la búsqueda del desaparecido vuelo MH370: los últimos objetos avistados en el agua por los aviones de búsqueda ayer resultaron ser utensilios de pesca, confirmó hoy la Autoridad de Seguridad Marítima Australiana (AMSA).

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Sydney/Perth, Agencia dpa

Después de que los objetos recuperados de las aguas del Índico el sábado resultaran no pertenecer al avión, la esperanza se había puesto en los nuevos avistamientos de ayer, unos objetos de color naranja y más de dos metros de longitud que la radio ABC había calificado en su página web como «las pistas más prometedoras» hasta el momento.

Pero cuando los barcos los sacaron de las aguas se confirmó que tampoco pertenecían al aparato de Malaysia Airlines del que no hay rastro desde el pasado 8 de marzo.

«Los hallazgos de ayer (domingo) no eran nada a destacar, nada relacionado con el avión», indicó un portavoz de la autoridad de seguridad marítima.

 El primer ministro australiano, Tony Abbott, reiteró hoy que pese a la falta de resultados hasta ahora, no abandonará la búsqueda: «Se lo debemos a los familiares, a todos los pasajeros, a los gobiernos de los países cuyos ciudadanos viajaban en el avión», agregó desde Perth, desde donde se coordinan las operaciones.

 Abbott volvió a decir tras un desayuno con miembros de los equipos de búsqueda, que no hay un límite de tiempo para la operación en la que se intentan ubicar los restos del Boeing que despegó de Kuala Lumpur el 8 de marzo con destino a Pekín con 239 personas a bordo y que desapreció poco después.

Diez aviones y diez barcos de siete países distintos luchan contra el tiempo en un área establecida a mil 800 kilómetros al oeste de Perth, intentando localizar el aparato antes de que expire la señal emitida por las cajas negras del avión, algo que podría ocurrir en torno al 7 de abril.

 «Es una tarea extremadamente difícil», afirmó Abbott. «Estamos buscando en un área enorme del océano y hasta ahora podemos basarnos en muy poca información», señaló. «Hasta que localicemos piezas del aparato y hagamos análisis que nos digan dónde cayó al océano estaremos operando en base a estimaciones aproximadas».

 La embarcación de rescate «Ocean Shield» partió hoy para sumarse a la búsqueda, informó la AMSA. El barco lleva a bordo un sistema especial capaz de localizar la señal que emiten las cajas negras a hasta 6 mil metros de profundidad. Sin embargo, tardará algunos días en llegar a la zona del océano en la que se ha concentrado la búsqueda. Según Amsa, en algunas de esas zonas este lunes se esperan lluvias.

 Mientras tanto, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, anunció que viajará esta semana Australia.

 Najib se trasladará el miércoles a Perth para visitar una base de la Fuerza Aérea y ver de primera mano las operaciones de búsqueda, además de hablar sobre su coordinación. También quiere agradecer a los equipos que participan en ella, informó el ministro de Transporte, Hishammuddin Hussein.

Malasia continúa asumiendo la responsabilidad principal de la operación de rescate y la investigación sobre las causas del cambio de rumbo hacia el Índico en lugar de seguir la ruta de Kuala Lumpur a Pekín.

Por otro lado, un comentarista del diario estatal «China Daily» pidió hoy calma a los familiares del vuelo desaparecido MH370 de Malaysia Airlines y subrayó que es seguro que el avión se estrellara, pese a no haberse encontrado sus restos.

   «Da igual lo afligidos que estemos o cuántos detalles aún no estén claros, es seguro que el vuelo MH370 se estrelló en el océano Índico y que nadie sobrevivió», señala el comentario. «No podemos dejar que el enfado se imponga a los hechos y a la razón».

   Aunque el gobierno de Malasia se haya mostrado «bastante poco hábil» al hacer frente al accidente, hay que reconocer que «quizás se trate del hecho más extraño en la historia de la aviación civil asiática». En vista de la crisis sin precedentes es comprensible que un país en desarrollo como Malasia «no supiera qué hacer», añade el comentario.

   El autor, Mei Xinyu, es investigador de un «think tank» del Ministerio de Comercio para cooperación económica.

   Dos tercios de las 239 personas que iban a bordo eran de nacionalidad china. Las familias chinas han sido muy críticas con el gobierno de Kuala Lumpur y han realizado diversas protestas, entre ellas ante la embajada malasia en Pekín.