Un piloto y su ayudante fueron ultimados este dí­a en la entrada a la colonia San Rafael, zona 18. El cuerpo de dicho conductor quedó dentro del bus y su ayudante intentó escapar, pero fue alcanzado por sus victimarios, quienes le dispararon en repetidas ocasiones.

Momentos de pánico vivieron los pasajeros del mencionado vehí­culo, un bus extraurbano procedente de Palencia hacia el centro de la ciudad, ya que, cuando circulaban por el km 7.5 de la ruta al Atlántico, entrada a la colonia San Rafael, hombres armados atacaron al piloto del mismo.

El chofer, al sentirse herido, detuvo la marcha de la camioneta, momento que fue aprovechado por sus asesinos para rematarlo; el ayudante intentó huir, pero sin conseguirlo, puesto que los malhechores le dispararon en repetidas ocasiones, quedando su cuerpo a una distancia de aproximadamente tres metros del bus con placas C-398 BCL.

Bomberos Voluntarios que fueron alertados se presentaron al lugar, aunque por la gravedad de las heridas las ví­ctimas murieron en el punto del ataque, dando aviso a las autoridades.

El tráfico por el sector se congestionó dado que el bus quedó obstaculizando el paso vehicular. Agentes de la Policí­a Municipal de Tránsito se presentaron al sector para tratar de controlar el embotellamiento, que alcanzó varios kilómetros de cola en ambos carriles, ya que los pilotos que salí­an detení­an su marcha para observar qué era lo que estaba pasando.

El conductor del autobús fue identificado como Anacleto Galicia, de 37 años, mientras su ayudante únicamente era conocido como Gonzalo.

Investigadores policí­acos ya en el escenario del crimen indicaron que las primeras pesquisas señalan que dos hombres armados abordaron la unidad y despojaron a los pasajeros de sus pertenencias. El ayudante y el piloto se opusieron a entregar el dinero recaudado como producto del pasaje, cosa que molestó a los delincuentes, quienes les dispararon en repetidas ocasiones al piloto y su ayudante. Este último trató de escapar, pero fue seguido por uno de los maleantes, el que le disparó en repetidas ocasiones. Cerca del cadáver quedaron aproximadamente 8 casquillos.