La Comisión Europea impuso el miércoles a Telefónica de España una multa de 151,87 millones de euros por «abuso muy grave de posición dominante» en el mercado español de las conexiones de internet de alta velocidad, una medida que el gigantesco operador ya anunció apelará ante la justicia.
La multa es la más alta impuesta por Bruselas a una empresa de telecomunicaciones y castiga prácticas anticompetitivas de Telefónica para impedir la entrada de compañías rivales al mercado español de la banda ancha desde 2001 hasta 2006, es decir durante cinco años.
«Por su gravedad y duración, el abuso de Telefónica merece una sanción severa», dijo la Comisión al justificar su decisión tras una investigación abierta en febrero de 2006 por una denuncia de France Telecom (entonces Wanadoo) tres años antes.
Según confirmó Bruselas, «Telefónica impuso precios no equitativos consistentes en un estrechamiento de márgenes entre los precios mayoristas que cobraba a sus competidores y los precios minoristas que cobraba a sus propios clientes».
Con está práctica, el operador español «debilitaba a sus competidores, dificultando que mantuvieran su presencia y su crecimiento», ya que «se veían obligados a incurrir en pérdidas si querían igualar los precios minoristas de Telefónica».
«Telefónica en todo momento podría haber puesto fin a este estrechamiento de márgenes rebajando motu proprio sus precios mayoristas», afirmó Bruselas en su argumentación contra el grupo español.
«El plan de negocio y las cuentas de costes de Telefónica muestran que la empresa no podía ignorar que estaba aplicando un estrechamiento de márgenes» para desalentar a la competencia y mantener los precios a un alto nivel, agregó.
Telefónica es el único operador que tiene una red de banda ancha con cobertura en todo el territorio español, lo que lo coloca en una posición muy ventajosa en ese mercado.
Hasta el momento las multas más altas impuestas en el sector por la Comisión Europea habían sido contra France Telecom (10,3 millones de euros) y Deutsche Telecom (12,6 millones de euros).
Según la comisaria europea de Competencia Neelie Kroes, la razón de que la multa a Telefónica fuese más de diez veces superior se debe a que «los montos de entonces no fueron suficientes para disuadir» los comportamientos anticompetitivos.
«Espero que la multa de hoy tenga más efecto», señaló Kroes, acusando a Telefónica de imponer una «presión infernal» sobre la prensa española y la Comisión para intentar escapar a la condena.
«Cuando se perjudica a consumidores y empresarios en un mercado tan importante, toda la economía se resiente. No consentiré que las empresas dominantes fijen unos precios que den al traste con la liberalización de las telecomunicaciones», continuó.
De su lado, Telefónica señaló oficialmente que recurrirá la «inexplicable decisión» de Bruselas ante la Corte Europea de Justicia (CEJ), tal como lo había anticipado el martes un vocero de la empresa.
«Telefónica ha anunciado hoy (miércoles) su firme intención de solicitar la total anulación de la inexplicable decisión de la Comisión Europea (…) y en los próximos días presentará un recurso ante el Tribunal de Luxemburgo», indicó en un comunicado la compañía, fuertemente implantada en América Latina.
«Telefónica rechaza por injustificada y desproporcionada» la decisión de Bruselas, tanto jurídica como económicamente y se declara «convencida de haber cumplido a rajatabla con los exigentes parámetros» de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), el ente regulador español.
Según Telefónica, «la multa sanciona a la operadora por encontrarse entre dos regulaciones que se contradicen entre sí, la de su organismo regulador nacional (CMT) y la del regulador europeo».