La Comisión Europea recomendó el miércoles no volver a efectuar ampliaciones en la Unión Europea hasta que no se reformen las instituciones del bloque, problema vinculado con la parálisis del proyecto constitucional, según un informe dado a conocer en Bruselas.
El documento insta además a verificar correctamente el apoyo de la opinión pública europea a cualquier nueva ampliación de la UE.
«Una solución constitucional deberá haber sido encontrada en el momento en que el próximo Estado miembro esté en condiciones de entrar en la Unión», estimó la Comisión en un informe sobre la estrategia de ampliación de la UE.
«Es necesaria una reforma institucional para mejorar la eficacia de la toma de decisiones en la UE ampliada», agregó.
Esta recomendación no concierne a Bulgaria y Rumania, que ya tienen confirmado su ingreso a la UE el próximo 1 de enero, pero sí en cambio al resto de los candidatos oficiales (Croacia, Turquía y Macedonia), así como a aquellos países con «perspectiva europea» como Serbia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina y Albania.
Durante una conferencia de prensa en Bruselas, el comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, subrayó que la UE debe garantizarse que cuenta con el «apoyo de la opinión pública» para efectuar cualquier nueva ampliación.
«Acordamos mucha atención a la opinión pública. Soy perfectamente consciente de que debemos comunicar mejor y escuchar mejor sus sentimientos frente a la ampliación», señaló.
Para garantizar el apoyo de la opinión pública, Rehn recordó que la «tradición» europea es que las decisiones «sean tomadas en forma unánime y que sean apoyadas por los parlamentos nacionales».
«Mantener el rigor del proceso y una estricta condicionalidad son esenciales para preservar ese apoyo», agregó Rehn, para quien «la calidad es más importante que la velocidad».
Por ello, el bloque deberá tener en cuenta, entre otros elementos, su capacidad de integrar a los nuevos socios, así como también el impacto presupuestario de esas adhesiones.
Del lado positivo, el informe presentado el miércoles por Bruselas destaca que el proyecto de ampliación no sólo dio estabilidad a Europa, sino que también provocó reformas y trajo beneficios económicos para los nuevos socios ingresados en 2004 y los actuales candidatos.
El primer país en la lista de aspirantes a la adhesión es Croacia, que no ingresaría al bloque antes de 2009, fecha para la cual los dirigentes europeos esperan encontrar una solución al rechazo del Tratado constitucional por parte de franceses y holandeses a mediados de 2005.