La Unión Europea abrió hoy un controvertido proceso de «modernización» de su Política Agrícola Común (PAC), con una serie de propuestas que buscan aprovechar la coyuntura de altos precios mundiales de las materias primas alimentarias para recortar ayudas a los productores europeos.
La supresión progresiva de las cuotas de producción de leche, la interrupción del plan de abandono de cultivos, el cese de los precios garantizados para los cereales y un recorte de las ayudas individuales más elevadas son las principales iniciativas presentadas por la Comisión Europea.
«Esta adaptación no es una reforma fundamental, sino más bien un medio de permitir a la agricultura de la Unión Europea adaptarse mejor a un medio ambiente en rápida evolución», señaló Bruselas en la comunicación aprobada el martes.
Las propuestas forman parte de un «cheque médico de la PAC» destinado a profundizar la reforma a la que fue sometida la política agrícola de la UE en 2003, y por la cual las ayudas a los agricultores dejaron de estar vinculadas con sus volúmenes de producción y comenzaron a desdoblarse en un porcentaje ligado a la cantidad producida y otro a la superficie cultivada.
Adoptadas en la reunión semanal del Colegio de comisarios, estas iniciativas abren un período de consultas con los países miembros de la UE y los sectores involucrados que promete ser muy complicado y que debería transformarse en una serie de iniciativas legislativas en 2008.
El objetivo final es adoptar medidas hacia fines del año próximo, cuando Francia, primera potencia agrícola europea y gran beneficiaria de la PAC, ejerza la presidencia rotativa del bloque.
Una de las propuestas más controvertidas de la Comisión es la supresión de los precios garantizados para los productores de la mayoría de los cereales, teniendo en cuenta «el nivel particularmente elevado de los precios del mercado».
Este mecanismo de intervención debería recuperar su objetivo inicial de proteger a los agricultores en caso de caída libre de los precios y dejar de ser utilizado de manera sistemática, estima Bruselas.
En la misma sintonía, la Comisión propone «abolir» el abandono de cultivos en la UE, a raíz del contexto mundial de fuerte demanda agrícola que vuelve obsoleta esta medida destinada a reducir la producción.
La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, también quiere extender el «desdoblamiento» de las ayudas a los agricultores en «los países que eligieron mantener un vínculo entre producción y apoyo estatal en ciertos sectores agrícolas», como Francia.
Además, Fischer Boel propone rever el modo de cálculo de las subvenciones fijas giradas a los agricultores, dejando atrás la base de redimiento histórico de cada productor para adoptar un criterio más uniforme como la talla de la superficie.
Otra iniciativa capital es la reducción progresiva hasta su desaparición hacia 2015 de las cuotas de producción de leche, en momentos en que el sector sufre una oferta insuficiente que lleva al alza a productos como la manteca, el queso o el yogurt.
Por último, la Comisión sugiere «reducir» las ayudas individuales más elevadas giradas a las grandes explotaciones, por ejemplo cuando superan los 100.000 euros anuales (unos 147.000 dólares), una idea que también encontrará resistencias por los intereses que toca.
Para defender sus propuestas, la Comisón recordó que la reforma de 2003 permitió aumentar la competitividad de la agricultura europea a pesar de la disminución de la parte del mercado de la UE en ciertos sectores, convirtiendo en cambio al bloque en «el primer exportador mundial de productos agrícolas, esencialmente de productos de alto valor agregado».
– SUPRESION DEL ABANDONO DE CULTIVOS Y DE LAS CUOTAS DE PRODUCCIí“N DE LECHE:
– La Comisión propone abolir el abandono obligatorio de cultivos decidido en su momento para controlar el exceso de producción, comprometiéndose de todos modos a preservar las ventajas medioambientales de esa iniciativa.
En cuanto a la desaparición de las cuotas de producción de leche, previstas para 2015, Bruselas propone un aumento progresivo de los topes permitidos para una transición menos abrupta.
– REVISIí“N DEL SISTEMA DE SUBVENCIONES:
– La Comisión quiere que los países europeos profundicen el «desdoblamiento» de las ayudas, consistente en desvincular el monto de las subvenciones giradas (que representan la mitad de los ingresos de los agricultores comunitarios) del nivel de las cantidades producidas.
Además propone aumentar la superficie mínima que da derecho a esas ayudas de la UE y que actualmente esta fijada en 0,3 hectáreas.
Otra iniciativa capital es suprimir los mecanismos de intervención que garantizan precios de compra a los agricultores para la mayoría de los cereales, teniendo en cuenta «los precios particularmente elevados» de esas materias primas en el mercado.
– LIMITACION DE LAS AYUDAS MíS ELEVADAS E IMPULSO AL DESARROLLO RURAL:
– Bruselas quiere poner un techo a las ayudas más elevadas que reciben las grandes explotaciones, y que reciben en especial los grandes terratenientes aristocráticos del Reino Unido y los herederos de grandes superficies en Alemania destinadas antes a las cooperativas agrícolas en la ex RDA comunista.
El Reino Unido y Alemania habían bloqueado en 2002 un primer intento de limitar esas subvenciones a 300.000 euros.
Ahora, Bruselas sugiere «reducir progresivamente el apoyo cuando el total de las ayudas supera los 100.000 euros anuales», teniendo en cuenta de todos modos casos específicos.
La Comisión quiere consagrar más dinero al desarrollo rural, fuera de la estricta producción agrícola, y por ello propone que el porcentaje retenido con ese objetivo en las ayudas directas de más de 5.000 euros pase del 5% actual al 15% en 2013.