La Unión Europea y el nuevo gobierno británico de David Cameron libraron este martes su primer pulso durante una reunión de ministros de Finanzas del bloque, que acordaron un proyecto de regulación de los fondos especulativos que inquieta al Reino Unido, preocupado por proteger la City de Londres.
Los ministros de Finanzas de los 27, reunidos en Bruselas, indicaron en un comunicado que «acordaron» abrir el 31 de mayo «negociaciones con el Parlamento europeo», con el que tendrán que consensuar el texto para que sea finalmente adoptado.
«Estamos cubriendo una laguna de la reglamentación», se felicitó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schí¤uble. «Creo que alcanzaremos pronto un acuerdo con el Parlamento», añadió.
Londres, donde se gestiona el 80% de los fondos especulativos que operan en Europa, no escondió sus fuertes reticencias en los últimos meses.
El anterior gobierno laborista de Gordon Brown logró en marzo que se aplazara el proyecto, para evitar que éste le perjudicara durante la campaña de las elecciones legislativas británicas.
El proyecto acordado este martes prevé regular los fondos conocidos como «alternativos», es decir, los fondos especulativos (hedge funds), y los fondos de capital riesgo y de inversión.
Se trata de la primera vez que la Unión Europea se propone regular los fondos especulativos, que gestionaron entre 1,2 y 1,3 billones de dólares el año pasado en todo el mundo.
Los fondos especulativos, poco transparentes, son acusados de alentar la especulación al tomar posiciones de riesgo para obtener los rendimientos más elevados posibles.
El debate de este martes estuvo centrado en la regulación de los fondos con sede situada fuera de la UE.
Según la posición final adoptada, los fondos instalados fuera de la Unión pero que tengan un gestor europeo -caso muy frecuente en la City londinense- estarán sometidos a una regulación aligerada, a cambio de una mayor transparencia.
Actualmente, los fondos con sede fuera de la UE tienen que pedir en cada país un permiso a la autoridad nacional reguladora.
Los ministros se opusieron a conceder a esos fondos un «pasaporte» que les permita operar en cualquier país europeo a partir del momento en que hayan sido autorizados en sólo uno de ellos, tal como pedía Gran Bretaña.
No obstante, la última palabra la tiene el Parlamento europeo, que defiende una posición más liberal y más cercana a los británicos.
El lunes por la noche, una comisión del Parlamento aprobó en paralelo un texto menos restrictivo.
Dicho texto aboga por un sistema en el que todos los gestores de fondos especulativos podrían obtener un «pasaporte» que los autorice a invertir en cualquier país europeo.
Así, pese a la postura adoptada el martes en Bruselas por los ministros, el nuevo gobierno británico y su titular de Finanzas, George Osborne, esperan regatear con el Parlamento europeo en las nuevas tratativas.
Los británicos lograron además que, en una declaración aparte, los ministros de Finanzas de los 27 mencionen las «preocupaciones expresadas por algunos Estados miembros respecto a ciertos aspectos» del acuerdo, y que éstas «se tomen en consideración» en las negociaciones con el Parlamento.