La Unión ciclista internacional (UCI) solicitó la apertura de un proceso disciplinario contra el ganador del Tour de Francia, el español Alberto Contador, puesto que un control antidopaje realizado al corredor dio resultados anormales, anunció ayer de manera oficial.
La instrucción de este proceso debe ser realizado por la federación española de ciclismo, la que también debe decidir si sanciona o no al ciclista.
Este proceso por parte de la federación del país ibérico, según los reglamentos de la UCI, deberá tener una duración máxima de un mes. El artículo 280 del reglamento antidopaje estipula, bajo pena de multa, que un «proceso ante la instancia de audiencia de la federación nacional del licenciado debe ser finalizado en el plazo de un mes a contar de la fecha del envío de la convocatoria».
Si Contador fuera sancionado sería desposeído de su victoria en el Tour 2010 de acuerdo al reglamento antidopaje (artículo 288).
De acuerdo a este artículo, «una violación de las actuales reglas antidopaje vinculadas a un control durante una competición antraña automáticamente la anulación del resultado individual obtenido» en la misma. Si fuera este el caso, el título le correspondería al luxemburgués Andy Schleck, quien fue segundo a 39 segundos del madrileño.
En unos análisis realizados a Contador durante la segunda jornada de descanso de la «Grande Boucle» de esta temporada, el 21 de julio pasado en Pau (Pirineos franceses), fueron detectadas trazas ínfimas de clembuterol, producto prohibido por el reglamento antidopaje. Esto ya fue anunciado a fines de setiembre y provocó muchas reacciones, casi todas de apoyo al corredor.
El tres veces ganador del Tour de Francia (2007, 2009 y 2010) explicó que este resultado era consecuencia de una contaminación alimentaria.
Contador, de 27 años de edad, que no ha corrido más desde el verano pasado, se encuentra actualmente suspendido a título provisional por la máxima instancia del ciclismo internacional.
A comienzos de agosto firmó un contrato por dos años con el equipo Saxo Bank, para el que corría hasta esta temporada su escolta en la clasificación final de los dos últimos tours, el ya mencionado Schleck.
El 30 de septiembre, al anunciar la suspensión provisional de Contador, la UCI había explicado que debía actuar en concertación con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Son necesarias «investigaciones científicas complementarias antes de sacar cualquier conclusión», insistió, y esto, a causa de que las trazas de clembuterol eran «extremadamente débiles» (50 picogramos por mililitro).
Jacinto Vidarte, responsable de prensa de Alberto Contador, consideró «normal» la solicitud de la UCI a la federación española.
«Es una situación normal, era lo que esperábamos, ahora la federación española tiene que decidir sobre el caso», y Contador podrá «presentar toda la documentación y demostrar que se trata de un caso de contaminación alimentaria», dijo el portavoz.
Asimismo, aseguró que aún «no han recibido notificación» alguna por parte de la federación española.
El clembuterol es una sustancia utilizada para estimular la función pulmonar, pero también tiene efectos anabolizantes. El reglamento antidopaje no indica cuál es el nivel mínimo que se puede presentar de esa sustancia.
Detectable en los análisis desde 1992, el clembuterol ha estado en el centro de las acusaciones en varios casos recientes de dopaje.
Efectivamente, esta sustancia puede encontrarse en algunas carnes, puesto que es utilizada por criadores con pocos escrúpulos con el objetivo de aumentar la masa muscular de los animales, de las reses en particular.
El presidente de la Federación Española de Ciclismo (RFEC), Juan Carlos Castaño, deseó una salida favorable para Alberto Contador aunque prometió que se afrontará el proceso sin trato de favor, tras la petición de la UCI de abrir un expediente disciplinario al corredor.
«Deseo que (el caso) se resuelva a favor del deportista», declaró el lunes por la noche Castaño, en un programa de Radio Nacional de España (RNE). «Lo conozco desde que era cadete y no puedo evitar tener esa empatía con Alberto Contador», añadió el presidente de la RFEC.
«Aún no tuvimos tiempo de analizar la documentación, pero ésta es mucho más numerosa que en un caso normal», señaló.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció el lunes que pedía a la RFEC que abra un expediente sobre el resultado calificado de «anormal» de Contador en el control antidopaje practicado el 21 de julio en Pau (Francia), en vísperas de la etapa de Tourmalet, cuando el madrileño llevaba el «maillot» amarillo del Tour.
El procedimiento disciplinario está limitado a un máximo de un mes. Tal como prevé el reglamento, debe ser la RFEC la encargada de sancionar o no al ciclista número uno del país, que podría perder el título obtenido en el Tour 2010 si no fuera considerado inocente.
Desde que fue revelado el caso, el 30 de septiembre, Contador explicó que se trató de una contaminación alimentaria a través de pequeños restos de clembuterol, un betaestimulante que activa la función pulmonar, pero que posee también efectos anabolizantes.
Tras conocerse la apertura del expediente, la principal reacción internacional fue la del ciclista luxemburgués Andy Schleck, segundo en el Tour-2010 y que podría ver cómo se le da el título en la «Grande Boucle» de manera indirecta.
«Puede que mi nombre llegue a figurar como el del ganador, pero yo no quiero ganar un Tour, quiero disfrutarlo y hacerlo en la carrera. Para mí, Contador va a ser siempre el campeón del Tour de 2010», comentó Schleck en declaraciones a un periódico holandés.
El lunes, poco después de conocerse la decisión de la UCI, el portavoz de Contador, Jacinto Vidarte, quiso tranquilizar los ánimos, explicando que se trataba de un procedimiento normal y que no se había decidido aún la culpabilidad o inocencia de su representado.
«Es una situación normal, era lo que esperábamos, ahora la federación española tiene que decidir sobre el caso», y Contador podrá «presentar toda la documentación y demostrar que se trata de un caso de contaminación alimentaria», dijo el portavoz.