El gigante suizo UBS se convirtió en el banco más perjudicado del mundo por la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo («subprime») al revelar hoy una segunda ronda de masivas pérdidas por 19.mil millones de dólares (12.155 millones de euros).
Las últimas pérdidas fueron las mayores de un solo golpe provocadas por la crisis «subprime» en el mundo, y se suman a los 18.400 millones de dólares (11.700 millones de euros) de pérdidas registradas por el banco en 2007.
Estos resultados causarán a UBS, el mayor banco de Suiza, una pérdida neta de 12.000 millones de francos suizos (12.000 millones de dólares, 7.600 millones de euros) en el primer trimestre de este año, tras pérdidas de 4.400 millones de francos suizos en 2007 (igual en dólares, 2.800 millones de euros), la primera vez que tuvo este tipo de números en rojo.
El banco también anunció que quiere recaudar 15.000 millones de francos suizos (9.530 millones de euros) en nuevo capital, y que reemplazará al presidente de su directorio.
Las últimas pérdidas del año pasado ya habían obligado a la institución a aceptar un polémico rescate de un fondo soberano de Singapur y de un inversor anónimo de Oriente Medio.
Las pérdidas globales de UBS hasta ahora totalizan 37.400 millones de dólares, por delante de los estadounidenses Citigroup (21.100 millones de dólares en 2007) y Merrill Lynch (19.400 millones de dólares en 2007).
Sin embargo, el anuncio pareció satisfacer a los inversores, ya que las acciones de UBS subieron 7% a 30,88 francos suizos al mediodía, superando el desempeño del mercado en general, en alza de 2,1%.
«Las últimas noticias de hoy en realidad ayudaron (…). Con las pérdidas anunciadas claramente y la disminución de posiciones de riesgo, el banco muestra que ha enfrentado el problema», dijo el analista Rainer Skierka, del Banco Sarasin.
UBS indicó que había minimizado las posiciones de riesgo en el primer trimestre, y en su stock figuran unos 31mil millones de dólares de posiciones relacionadas con las hipotecas «subprime», así como posiciones Alt-A, unos préstamos entre situados entre «prime» y «subprime».
Entre tanto, sus posiciones en certificados de «auction rate» –un tipo de bono a largo plazo cuya tasa de interés se fija en una subasta, que hasta semanas recientes era considerado como un vehículo de inversión muy seguro– subieron a 11.000 millones de dólares.
Los problemas del banco continuaron en el primer trimestre, con pérdidas antes de impuestos por unos 18.000 millones de francos suizos (11.500 millones de euros) registradas por su unidad de banca de inversiones que borraron las ganancias generadas por sus unidades de manejo de riqueza y manejo de activos.
Y pese a que el banco dijo que su unidad de manejo de riqueza aún atrajo dinero para el primer trimestre, reveló que su unidad de manejo de activos «espera nuevas salidas de dinero fresco» en este periodo.
UBS indicó asimismo en un comunicado divulgado el martes que el presidente de su directorio, Marcel Ospel, no se presentará a la reelección este año, y será reemplazado por Peter Kurer, presente en el directorio de la institución desde 2002.
Para apuntalar los títulos de sus accionistas, el banco propuso un aumento de capital ordinario a través de una emisión de derechos para recaudar unos 15.000 millones de francos suizos en dinero fresco.
Además, creó una nueva unidad para manejar activos inmobiliarios estadounidenses actualmente en estado de iliquidez.
«Creemos que este aumento de capital y la creación de un vehículo para separar problemas de activos del resto de nuestros negocios nos permitirá volver a tener una creación de valor sostenible en el tiempo», dijo Marcel Rohner, el presidente ejecutivo de UBS, en un comunicado.
Ospel, por su lado, apuntó que su deseo de presentarse a la reelección por otro año se basaba en su «deseo de sacar a UBS de su difícil situación actual».
«Hemos trabajado muy duro y hemos podido enfrentar los problemas más acuciantes de la firma, construyendo los cimientos para el éxito del banco a largo plazo», añadió.