El ministro turco de Relaciones Exteriores, Alí Babacan, se mostró hoy en Bagdad partidario de privilegiar la diplomacia para solucionar la crisis con los rebeldes kurdos que se refugian en Irak, aunque rechazó su oferta de alto el fuego.
Su homólogo iraquí Hoshyar Zebari aseguró paralelamente que Irak combatiría «la amenaza» que representan las bases en el Kurdistán iraquí (norte) de los separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Babacan llegó a Bagdad para discutir salidas para la crisis, después de que su gobierno amenazara con emprender acciones militares directas en territorio iraquí.
La tensión preocupa a Estados Unidos, que teme que una incursión turca desestabilice una de las pocas regiones iraquíes relativamente a salvo de la violencia.
El presidente estadounidense, George W. Bush dijo el lunes por teléfono a su homólogo turco Abdulá Gul que Washington estaba considerando opciones militares, según informó el martes el diario Chicago Tribune, citando fuentes anónimas del gobierno.
Washington está considerando lanzar ataques aéreos contra las bases rebeldes kurdas del PKK, explicó el diario.
«La política, el diálogo, la diplomacia, la cultura y la economía son los medios para solucionar esta crisis», declaró Babacan en Bagdad tras su encuentro con Zebari.
«No queremos sacrificar nuestras relaciones culturales y económicas con nuestro vecino por una organización terrorista», añadió durante una rueda de prensa conjunta.
Babacan rechazó sin embargo una oferta de alto el fuego del PKK.
«Estamos dispuestos a observar un alto el fuego si el ejército turco deja de atacar nuestras posiciones, abandona sus proyectos de incursión y se compromete con la paz», había propuesto el PKK en una declaración en su página de internet.
«Un alto el fuego afecta a dos países, a dos ejércitos, y no a una organización terrorista. El problema es un problema terrorista», replicó el ministro turco.
Babacan tenía previsto reunirse también con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y el presidente Jalal Talabani.
El PKK está considerado una organización terrorista por Turquía, Europa y Estados Unidos, pero sus militantes son tolerados por las autoridades kurdas en Irak.
Ankara pide a Bagdad que utilice la fuerza para atajar los ataques del PKK desde su territorio, pero el ejército iraquí no está desplegado en esta región que se encuentra bajo el control de las autoridades regionales kurdas.
El primer ministro británico Gordon Brown también condenó enérgicamente las acciones «terroristas» del PKK tras una reunión en Londres con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.
«Condeno totalmente las acciones terroristas» del PKK, declaró Brown en una rueda de prensa conjunta con Erdogan.
Estos intentos para lograr un compromiso se producen después de una emboscada tendida por el PKK el domingo en el sureste del país, muy cerca de la frontera con Irak, en la que murieron 12 soldados turcos y otros ocho fueron hechos prisioneros, además de hacer aumentar el temor de respuesta militar turca.
El PKK se creó en 1978 y en 1984 se lanzó a la lucha armada para la creación de un Estado kurdo independiente en el sureste de Turquía.
Intensificó sus acciones tras romper una tregua unilateral a finales de 2006.
Según un balance oficial, la violencia relacionada con el conflicto kurdo ha causado hasta ahora más de 37.000 muertos.