«Algunos países adoptaron una actitud política en el proceso de negociaciones y sus esfuerzos para ralentizar las cosas nos entristecen», declaró Erdogan durante un encuentro con la prensa en Bruselas.
Turquía inició en octubre de 2005 negociaciones en vista a su adhesión a la Unión Europea (UE). Desde entonces, sólo ha abierto un total de 10 capítulos temáticos sobre los 35 que jalonan las laboriosas discusiones.
Países como Alemania y Francia han bloqueado la apertura de varios capítulos porque temen que conduzcan directamente a la adhesión de Ankara al bloque.
«Ningún otro (país) candidato ha recibido este trato», lamentó Erdogan, pidiendo «cambiar» esta situación «anormal».
El jefe de gobierno denunció igualmente un clima antiturco en las elecciones europeas celebradas a principios de mes, durante las que hubo muchas muestras de rechazo al ingreso de Turquía, donde habitan unos 70 millones de musulmanes.
«Algunos políticos estrechos de miras utilizaron a Turquía con fines electorales. Creemos que eso es populista y erróneo», juzgó.
Erdogan rechazó categóricamente la «asociación privilegiada» que Francia y Alemania han ofrecido a su gobierno a cambio de desistir del ingreso, y acusó al presidente francés, Nicolas Sarkozy, de adoptar una actitud «discriminatoria».
«No puedo aceptar la postura de Francia y Alemania», dijo. «No nos conformaremos con nada menos que la adhesión plena y completa», agregó.
Turquía prometió ayer firmar a mediados de julio con cuatro países de la Unión Europea (UE) un acuerdo sobre el proyecto del gaseoducto Nabucco, que el bloque espera lanzar lo antes posible para reducir su dependencia del gas ruso.
«Creemos que un acuerdo será suscrito si es posible a mediados de julio», declaró el ministro turco encargado de las negociaciones de adhesión de Ankara a la UE, Egemen Bagis, durante una visita a Bruselas.
El acuerdo, negociado bajo los auspicios de la Comisión Europea, fijará las condiciones de tránsito de gas entre Turquía, Austria, Hungría, Rumania y Bulgaria.
El proyecto Nabucco prevé la construcción de un gaseoducto de 3.300 km de largo para transportar gas procedente de Asia Central, principalmente hacia la UE, pasando por Turquía y el sureste de Europa.
De este forma, el bloque reduciría su dependencia del gas ruso y dejaría de ser víctima del contencioso entre Moscú y Kiev, que a principios de año provocó la interrupción del suministro durante dos semanas.
Nabucco compite con otro proyecto, el gaseoducto South Stream, que atravesaría el mar Negro, uniendo Rusia y Bulgaria.
Turquía ya afirmó en mayo su intención de firmar el acuerdo a fines de junio, pero la fecha se ha ido postergando, debido a su interés en asegurarse su propio suministro de gas y no servir únicamente de lugar de tránsito para la UE.