Turquía emplazó hoy artillería antiaérea en frontera con Siria, dice la televisión estatal turca, días después que un avión militar turco fuera derribado por las fuerzas sirias.
Una pequeña caravana de camiones militares, remolcando cañones antiaéreos, ingresó a una base militar cerca del poblado fronterizo de Yayladagi, mostraron imágenes de la televisora TRT. La estación dijo además que varios cañones antiaéreos han sido desplegados en otras partes a lo largo de la frontera.
Turquía le advirtió a Damasco que no toleraría ninguna violación de las fuerzas sirias en su frontera.
La agencia de noticiosas Dogan, de propiedad privada, también mostró imágenes de un convoy militar, inclusive un lanzador de cohetes, dirigido hacia la frontera siria.
Un ministro sirio dijo el miércoles que fuerzas de su país pudieran haber confundido el avión turco que derribaron con uno israelí.
El ministro de información Omran al-Zoebi le dijo al canal noticioso turco A Haber en una entrevista telefónica que su país «no quiere una crisis entre Turquía y Siria».
Al-Zoebi dijo que los aviones militares tanto turcos como israelíes eran mayormente de fabricación estadounidense, lo que pudiera haber llevado a las fuerzas sirias a confundirlo.
El derribo del avión ha agravado las tensiones entre los dos vecinos.
Turquía ha llamado reiteradamente al presidente sirio Hafez Assad a que renuncie, y 33.000 sirios han buscado refugio en territorio turco, escapando de la represión gubernamental a una revuelta popular. El país es sede además de varios grupos civiles sirios de oposición, y anfitrión del opositor Ejército Libre Sirio.
Dura explosión
Una fuerte explosión sacudió hoy la capital siria cerca del Palacio de Justicia y de un concurrido mercado donde, según la televisión estatal, al menos tres personas resultaron heridas y dañados unos 20 vehículos.
Un periodista de Associated Press presente en lugar dijo que algunos automóviles quedaron calcinados y muchos tenían los vidrios reventados.
Una nube de humo negro cubrió el lugar de la explosión. La mayoría de esos atentados de los últimos meses, que han matado a decenas, han sido contra los organismos de seguridad del presidente Bashar Assad en medio de un levantamiento iniciado hace 15 meses contra su gobierno.
«No vi ningún herido, pero hubo daños en automóviles y negocios cercanos», dijo un testigo que estaba en un mercado de las inmediaciones cuando escuchó el estallido.
La televisión estatal de Siria informó que la explosión ocurrió a las 13 en el estacionamiento del Palacio de Justicia, un sitio con varias cortes. Cerca se encuentra el famoso Mercado Hamidiyeh, el cual suele estar atestado de familias que se proveen de comida y otros suministros para el fin de semana, que comienza el viernes en Siria.
Varios testigos dijeron que escucharon un estallido, pero la televisión estatal afirmó que hubo dos explosiones en la zona y que fue encontrada una bomba que no estalló.
De inmediato se desconoce la causa precisa de la explosión.
El mes pasado, una explosión en un complejo de la inteligencia militar al sur de Damasco mató a 55 personas. De las explosiones recientes en Siria, esa fue la más mortífera.
Gran parte de la violencia que ha azotado Siria desde el inicio de la sublevación popular ha provenido del gobierno para aplastar a la oposición. Pero los combatientes rebeldes están lanzando ataques cada vez más violentos contra instalaciones del régimen, y varios ataques suicidas este año indican que al-Qaida y otros grupos extremistas se están sumando al conflicto.
Niega respaldo a salida de Assad
Rusia reconoció hoy que es necesario un período de transición en Siria para poder terminar con la violencia, pero agregó que no ha accedido al plan de Kofi Annan, enviado de Naciones Unidas, que pide la renuncia del presidente Bashar Assad y la creación de un gobierno de unidad nacional.
El ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov dijo que «es obvio que se necesita un período de transición para superar la crisis siria», pero rechazó la intervención de fuerzas externas para finalizar el sangriento conflicto en el país e insistió que cualquier plan futuro depende de Siria.
Lavrov dijo que las conversaciones entre las principales potencias del sábado en Ginebra deben enfocarse en convencer a los grupos de oposición para relajen sus demandas.
«No apoyamos ni apoyaremos intromisión externa alguna», dijo Lavrov. «Los personajes externos no deben imponer condiciones… a los sirios, pero antes que nada, deben comprometerse a influir en ambos bandos en Siria para que detengan la violencia».
Sin embargo, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton argumentó que era «muy claro» que los participantes —incluyendo Rusia— estaban de acuerdo con el plan de transición. La funcionaria dijo a la prensa que las invitaciones a la reunión dejaban claro que los representantes «asistirían con base en el plan de transición (de Annan)».
Clinton espera que la reunión «ofrezca una oportunidad para lograr un avance real» en ese plan.
Las expectativas diplomáticas dependen de Rusia —el aliado sirio más importante, protector y proveedor de armas— para acordar un plan que pueda terminar con la dinastía familiar de Assad, la cual ha gobernado Siria durante cuatro décadas.
Sin embargo, Rusia, que es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU junto con Gran Bretaña, China, Francia y Estados Unidos, ha advertido que se opondrá firmemente a cualquier documento que llame a la destitución de Assad.
Lavrov dijo que los esfuerzos diplomáticos deben enfocarse en instar a los grupos de oposición a que «dejen de lado sus acercamientos sin compromisos y, de acuerdo con el plan de Kofi Annan, se sienten a negociar con el gobierno».
Lavrov también criticó la exclusión de Irán, un actor fundamental en la región, de la reunión de alto nivel del sábado.
«Irán es, sin duda, un actor poderoso en toda la situación», dijo Lavrov. «Excluirlo del grupo que se reúne en Ginebra es un error».