Turquí­a amenaza al Kurdistán


Alertas. Guardias turcos custodian la frontera con el Kurdistán, en espera de órdenes para atacar a los kurdos con intenciones separatistas. (AFP / La Hora)

Turquí­a se prepara para un posible ataque contra los kurdos en Irak tras la autorización parlamentaria que el gobierno consiguió esta semana, una perspectiva que no parece atemorizar a esos rebeldes, pero sí­ a Estados Unidos.


La autorización del parlamento turco, solicitada por el gobierno de Ankara, fue votada poco después de que una comisión legislativa del Congreso estadounidense aprobara una resolución que califica de «genocidio» la matanza de armenios por parte de Turquí­a en la Primera Guerra Mundial, una coincidencia que puede acabar de prender la mecha a la explosiva situación en la región.

Paí­ses vecinos como Siria se han apresurado a aplaudir la amenaza turca contra los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Una invasión turca del norte de Irak no serí­a ninguna novedad. Los turcos han entrado al menos dos docenas de veces en el territorio del paí­s vecino desde que se generalizó el conflicto con los rebeldes del PKK a partir de 1984.

Esas incursiones contaron incluso con el beneplácito en ocasiones del dictador iraquí­, Sadam Hussein, que también tení­a un pleito sangriento y constante con los kurdos del norte de su paí­s.

Sin embargo, una incursión turca en esta ocasión tendrí­a consecuencias desconocidas para la estabilidad de Irak, un paí­s desgarrado no sólo por la presencia militar occidental, sino por el encono de sus comunidades étnicas y religiosas desde la invasión de 2003.

El presidente estadounidense, George W. Bush, tuvo que pedir esta semana contención tanto a su aliado turco como a su propio Congreso, a causa de su embarazosa votación sobre el genocidio armenio.

«Hay una mejor forma de lidiar con el asunto que enviar numerosos soldados adicionales» a Irak, dijo Bush, que tiene desplegados en ese paí­s a cerca de 160.000 militares.

«Anunciamos a todos los protagonistas que si atacan la región (…) bajo cualquier pretexto, estamos totalmente determinados a defender nuestra experiencia democrática, la dignidad de nuestro pueblo y la integridad de nuestro territorio», indicó por su parte el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí­, Massud Barzani, en un comunicado.

Una incursión militar en el norte de Irak no parece suponer un desafí­o logí­stico para el curtido ejército turco, que cuenta desde hace décadas con la ayuda militar de Washington. El problema serí­a qué hacer después, según los expertos.

«En el pasado no mostraron (los rebeldes) una fuerte resistencia y no me espero ahora que resistan más», explicó a la AFP un ex general turco, Haldun Solmaztí¼rk, veteranos de dos precedentes incursiones en 1995 y 1997.

Los rebeldes del PKK mataron mediante ataques guerrilleros a una veintena de soldados turcos en las últimas semanas, una estrategia que probablemente volverán a utilizar en caso de una incursión turca contra sus bases en Irak.

«Cuando el ejército (turco) ataque, los rebeldes del PKK intentarán huir hacia el interior del paí­s, intentado arrastrar, a fuerza de provocaciones, a las fuerzas armadas», estimó Sedat Laí§iner, presidente del Instituto de investigaciones estratégicas internacionales turco.

Cuanto más tiempo o más terreno invadan los turcos Irak, más descontrolada puede volverse la situación en ese paí­s. Por ello el vocero del gobierno iraquí­, Ali al-Dabbagh, urgió a Ankara a «no usar la solución militar».

Bagdad asegura que intentará arreglar por sí­ solo el desafí­o que supone la presencia del PKK dentro de su territorio. Pero eso supone descomponer por otro lado su propio y frágil rompecabezas, construido pacientemente a base de delicadas negociaciones entre las distintas comunidades del paí­s.

Determinados

Las autoridades autónomas de Kurdistán, en el norte de Irak, se declararon hoy dispuestas a combatir todo ataque contra su territorio si Turquí­a lanza una incursión militar para desalojar a los rebeldes kurdos refugiados en la zona.

«Anunciamos a todos los protagonistas que si atacan la región (…) bajo cualquier pretexto, estamos totalmente determinados a defender nuestra experiencia democrática, la dignidad de nuestro pueblo y la integridad de nuestro territorio», indicó la oficina del presidente de la región autónoma del Kurdistán, Massud Barzani, en un comunicado.

La advertencia tiene lugar luego de que el parlamento turco autorizara el miércoles al ejército a intervenir en el norte de Irak contra los rebeldes separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Estados Unidos, que tiene desplegados aún más de 150.000 soldados en Irak, advirtió a su aliado turco contra toda iniciativa de naturaleza militar que pueda tener consecuencias negativas en Kurdistán (norte), la única región de Irak donde existe cierta medida de estabilidad y seguridad.

El gobierno central de Bagdad dirigido por Nuri al Maliki, quien tiene muy poca influencia en la situación en Kurdistán y no cuenta allí­ con fuerzas militares, aseguró no obstante que su objetivo era eliminar la presencia del PKK en esta región.

Según Ankara, unos 3.500 combatientes del PKK hallaron refugio en esta región y son apoyados por los kurdos de Irak. Esta organización, considerada terrorista por Turquí­a, Estados Unidos y la Unión Europea, desencadenó en 1984 una lucha armada independentista en Turquí­a que ha dejado más de 37.000 muertos.

La reacción de la presidencia kurda, la primera desde el inicio de la crisis, tiene lugar en un momento en que el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, sugirió que las fuerzas estadounidenses e iraquí­es podrí­an actuar contra los rebeldes kurdos turcos.

«Pensamos que la experiencia de los últimos años demuestra que esta crisis no debe ser resuelta por la violencia», agregó el despacho del presidente Barzani.

El jueves, el gobierno autónomo del Kurdistán habí­a exhortado a Turquí­a a negociar directamente la cuestión del PKK, mientras miles de manifestantes denunciaban en Erbil, la capital del Kurdistán, los planes de intervención de Ankara.

No obstante, el viceprimer ministro turco Cemil Cií§ek rechazó el llamado a negociaciones directas con los kurdos iraquí­es. «El norte de Irak forma parte de Irak y los kurdos iraquí­es deben pasar por su propio gobierno en Bagdad para hablarnos», afirmó en una entrevista.

Ankara afirma que su única opción es la acción militar contra el PKK porque ni Washington ni Bagdad están ayudando a combatir a los rebeldes.

Desde que fue colocado bajo protección de Estados Unidos en 1991 tras la guerra del Golfo, el Kurdistán –que tiene su propio gobierno y parlamento– tomó distancia del Estado central iraquí­. Su seguridad es garantizada por los combatientes kurdos iraquí­es, los peshmergas.