A partir del Lunes Santo tuve la gran alegría de recibir a tres compañeros integrantes del histórico batallón Las Condes y dos de ellos del Curso Militar con los que me gradué de oficial en la Escuela Militar del General Bernardo O’Higgins, Chile, acompañados dos de ellos por sus distinguidas esposas. Ello me estimuló durante toda la Semana Santa a visitar lugares turísticos en la capital, en Ciudad Vieja y Antigua Guatemala, en Sacatepéquez; mezclando paseos históricos y ceremonias religiosas, incluyendo procesiones, lo que me permite haber observado de forma directa aciertos, desaciertos y ambiciones.
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El Martes Santo, en primer término nos dirigimos al parque donde se encuentra el Mapa en Relieve, en el Hipódromo del Norte. Para nuestra sorpresa nos encontramos con un rótulo que decía “cerrado por remodelación del lunes 14 al martes 22”. Qué desacierto al no considerar que son miles de miles de personas las que vienen como turistas. Considero que la remodelación es buena pero no debe hacerse precisamente en una de las semanas de mayor afluencia turística.
El segundo lugar que visitamos fue nuestro bellísimo Palacio Nacional donde el personal de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia, SAAS, gentilmente permitían el ingreso; sin embargo, no había guías ni acceso al Salón de Recepciones o al Salón de Banquetes, lo que impedía disfrutar de los bellísimos e históricos murales.
El siguiente lugar que visitamos fue la iglesia de La Merced, en donde tuvimos la suerte de presenciar el paso de la procesión de la iglesia de Santa Teresa. El día miércoles nos dirigimos a Antigua Guatemala, donde visitamos la iglesia Catedral y las ruinas en su parte posterior, no pudiendo ingresar a la Universidad de San Carlos a pesar que el miércoles en la mañana continúa siendo un día hábil. En la tarde visitamos las ruinas y conventos de Capuchinas y Santa Clara, en donde muy eficientemente nos cobraron las entradas de extranjeros, salvo a mi persona, y cuando solicitamos un folleto sobre cada uno de esos conventos nos manifestaron que hacía mucho tiempo se les había agotado y que la autoridad de conservación de la Antigua no los había reeditado. Nos dirigimos al Parque Central de donde observamos otra bella procesión y luego fuimos al mercado de artesanías donde por supuesto las dos esposas de mis amigos compraron hasta que el mercado cerró.
El día jueves se lo dedicamos a la capital, visitamos las iglesias de la Recolección y Asunción, tuvimos el agrado de presenciar el lavatorio de pies a los ancianos, continuando con la visita de los siete altares en la Asunción, San Sebastián, Santa Teresa, Santa Clara, La Merced, Belén y Capuchinas. En todos los templos la concurrencia era plena, fervorosa e impresionante, predominando la clase media en todas sus edades.
El día viernes estábamos en la disyuntiva de ir a Antigua Guatemala o volver a la capital, optamos por la capital, teniendo la alegría de presenciar el Santo Entierro de las iglesias de la Resurrección, Santo Domingo y el Calvario. Mis amigos comentaron lo increíble de la participación de los miles de miles de guatemaltecos, hombres y mujeres, que con su fe y devoción cargan en las diferentes procesiones. También comentaron la eficiencia de la municipalidad que atrás de la procesión lleva un convoy de limpieza.
¡Guatemala es primero!
Continuará.