Tropas sirias chocan con rebeldes cerca de Líbano


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Las fuerzas sirias combatían el viernes a los insurgentes en la provincia central de Homs, cerca de la frontera libanesa, parte de una contraofensiva del gobierno para recuperar el control de los territorios que ha perdido.

Por BASSEM MROUE
AL-QASR Agencia AP

Con un nuevo flujo de armas, los combatientes de la oposición han logrado progresos significativos en las últimas semanas, especialmente en la provincia meridional de Dara, donde han avanzado en la región comprendida entre Damasco, la capital del país, y la frontera jordana.

La provincia de Homs y su capital del mismo nombre fueron escenario de algunos de los combates más encarnizados durante el primer año del conflicto sirio. En las últimas semanas la violencia ha aumentado en ese lugar y la aviación gubernamental ha bombardeado la población a diario.

En los últimos dos días, las tropas se han enfrentado con los insurgentes en los extremos de la provincia junto a la frontera libanesa.

El viernes era posible escuchar explosiones esporádicas en Siria desde el lado libanés y un reportero de The Associated Press dijo que cazas sirios efectuaron al menos un ataque en territorio de ese país.

La zona fronteriza tiene importancia estratégica para ambos bandos en la guerra civil de Siria, y en las últimas semanas los combates allí han sido frecuentes, en especial en el poblado de Qusair, en la provincia de Homs. El área es considerada vital para el régimen sirio debido a su ubicación en la carretera entre Damasco y la ciudad de Homs, una vía de abastecimiento militar.

El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres, indicó el viernes que los enfrentamientos entre los soldados y los insurgentes están centrados en torno a Qusair. No hubo informaciones de bajas.

En el lado libanés frente a Qusair hay varios poblados habitados en su mayoría por chiíes partidarios del grupo islamista Jezbolá, que han respaldado al régimen del presidente Bashar Assad en los dos años de guerra civil siria. Los insurgentes que intentan derrocar a Assad, miembro de la secta minoritaria alauí, son predominantemente suníes. Los alauíes pertenecen a una rama de los chiíes.

El conflicto comenzó con manifestaciones mayormente pacíficas contra el régimen de Assad en marzo del 2011, pero a la postre derivó en la violencia generalizada y una guerra civil que cada vez más cobra tintes sectarios. Más de 70.000 personas han perecido en la guerra, según las Naciones Unidas.

En otros actos bélicos el viernes, la aviación siria bombardeó varias zonas del país, especialmente en Dara, en el sur, y en la provincia de Hasaka, en el noreste junto a la frontera con Turquía, así como en la norteña ciudad de Alepo, muchas de cuyas zonas se encuentran en poder de los insurgentes desde mediados del año pasado.

Más de 4.300 personas han muerto en los bombardeos desde mediados del 2012, dijo el jueves la organización activista por los derechos humanos Human Rights Watch.