La corta victoria obtenida por la oposición cristiana en las elecciones legislativas parciales del domingo constituye un revés para la mayoría antisiria, pero deja a la comunidad maronita muy dividida al acercarse la elección del presidente, que ha de salir de sus filas.
El candidato Camille Jury, apoyado por el jefe de la oposición cristiana Michel Aoun, ganó por 418 votos al ex presidente Amine Gemayel, también cristiano y figura de la mayoría, en la circunscripción de Metn (cerca de Beirut).
Estos comicios eran un test para los cristianos del Líbano, aproximadamente un tercio de la población, divididos entre la mayoría apoyada por Occidente y la oposición aliada de Irán y Siria.
Se disputaban los escaños de los dos diputados asesinados en los últimos meses: en Metn el del cristiano maronita Pierre Gemayel y el Beirut el del sunita Walid Eido, ambos de la mayoría parlamentaria antisiria.
En Beirut, como era previsible, se impuso el candidato de la mayoría Mohamad Amine Itani.
Pero en la cristiana Metn, donde Amin Gemayel aspiraba a suceder a su hijo, el furibundo duelo en la campaña acabó en victoria ajustada de la oposición, mientras la mayoría denunció fraude.
Es de la comunidad maronita de donde sale el jefe del Estado, en virtud del principio de reparto de poder entre comunidades.
A partir del 25 de septiembre, el Parlamento tiene dos meses para elegir al sucesor del actual jefe del Estado, el prosirio Emile Lahud.
Michel Aoun es aspirante declarado y Amine Gemayel es también posible pretendiente, pues él también es maronita.
En teoría, el campo antisirio dispone de un número de diputados suficiente para imponer un candidato a pesar de la pérdida de un escaño el domingo.
Pero la oposición, que desde noviembre sostiene un pulso por el poder con la mayoría, amenaza con boicotear la elección retirándose de la votación, lo que impediría el quórum requerido.
Los comicios parciales dejan un paisaje político profundamente dividido, sin precedentes, y presagian malos augurios para la elección presidencial, ya que ponen en cuestión el liderazgo cristiano que reivindica indiscutible Michel Aoun.
«Si se compara el resultado con el 65 ó 70% de las elecciones (legislativas) del 2005, es un duro revés nada bueno para sus aspiraciones presidenciales», analizó este lunes Faysal Itani, del centro estadounidense Carnegie. Según, quien vio «definitivamente comprometidas» esas aspiraciones fue no obstante Gemayel.
El Movimiento Patriótico Libre, la formación de Aoun, obtuvo una gran mayoría del voto cristiano en las últimas legislativas del 2005, pero su popularidad bajó desde que se alió el año pasado con el Hezbolá chiita, primer partido de la oposición.
«Una victoria engañosa», titulaba este lunes el diario francófono L’Orient le Jour, resaltado la ajustada ventaja de Aoun.
Simon Abi Ramia, consejero del líder cristiano, señaló que el triunfo es importante en todo caso porque batió a «una figura histórica de Metn», bastión del partido Falanges, de Amine Gemayel.
Faysal Itani, del centro estadounidense Carnegie.