TRISTES RECIBIMIENTOS


En la existencia de todo hombre o mujer hay momentos de alegrí­a y de tristeza, y yo no soy la excepción; en estos dí­as he estado viviendo esos momentos. Todas las mañanas le doy gracias a DIOS por todo lo que tengo: salud, un hogar, un trabajo y, por sobre todo, vida.

Fredy Padilla / A -1 658223

 


Hoy disfruto un dí­a muy especial porque es el cumpleaños de mi segunda hija, que llega a sus diecinueve años y quien también el próximo jueves 17 de noviembre estará coronando sus estudios, pues en esa fecha recibe el tí­tulo que la acredita como Secretaria Bilingí¼e, después de tres años de desvelos, de carreras, de gastos tanto fí­sicos como monetarios, pero eso es lo de menos, porque en este instante, la felicidad y el orgullo que todos en la familia sentimos no cabe en nosotros, por la razón simple de que a partir de ese momento –DIOS así­ lo permita–, ella va a ser una profesional y empezará a buscar su rumbo por esta vida, en la que se verá llena de tropiezos y a la vez caminos por los que podrá transitar con libertad.              

Este dí­a te deseamos, junto a tus compañeras de promoción, la más grande de las dichas y la suerte para que en el futuro sigan estudiando y no quedarse estancadas, pues la vida requiere de estudio y mucho coraje para seguir luchando en este mundo.

En las ocasiones tristes que también nos toca vivir, nos viene a la memoria el recuerdo de una jovencita que, por azares de la vida, ya no está entre nosotros, pues, apenas unos dí­as antes falleció a causa de una hepatitis que le trajo otras complicaciones que fueron las que al final terminaron con su corta vida, una vida que prometí­a felicidad, éxito y mucho amor al lado de su familia.

Ella, como mi hija, también en este mes se graduarí­a como  Secretaria Bilingí¼e, pero el destino no permitió que lograra sus sueños. Ahora ella descansa el sueño eterno, junto con sus aspiraciones, sus anhelos y sus temores, pero tiene la dicha de ya no estar sufriendo lo que en esta Guatemala tenemos que sufrir muchos guatemaltecos.

Para mi hija Mónica Ninethe, para sus compañeras de promoción y para todas aquellas que como Joselyn no pudieron hacer realidad ese sueño que es llegar a su recibimiento quiero, junto con mi familia, hacer un extenso saludo a todas ellas en este dí­a, pero muy en especial a la familia de Joselyn que, como sus compañeras, estará feliz por lo logrado en la corta, pero muy bien llevada vida que DIOS les regaló.
     ¡Hasta pronto, Joselyn!