Triste primer lugar (I)


Durante los dí­as domingo y lunes 6 y 7 de septiembre en el programa Mirador Mundial, que transmite internacionalmente CNN en español, una de las principales noticias que se difundió de manera reiterativa es que Guatemala, a nivel latinoamericano, tiene el triste primer lugar en hambre y desnutrición; que a nivel mundial logra el sexto lugar.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

¿Quiénes somos los responsables? Todos. La información se ha encontrado disponible desde hace más de 50 años. FLACSO ha publicado diferentes documentos sobre el tema, especí­ficamente uno sobre la región chortí­ (Camotán, Jocotán y demás).

 

Las causas no son una sola y si bien los últimos gobiernos han realizado diferentes programas para tratar de enfrentar y reducir la extrema pobreza en que se encuentra el 56% de la población y la miseria de aproximadamente el 20% de la misma, las medidas han sido insuficientes.

 

El problema es tan grande que la forma de enfrentarlo es múltiple. No hay tema al cual en esta columna me haya referido más. El paí­s estructuralmente tiene una enorme concentración de riqueza, de tenencia de la tierra y decir que redistribuyendo la tierra vamos a resolver la carencia alimenticia, no es cierto.

 

Necesitamos la exportación de café, la exportación de azúcar, de banano y productos no tradicionales, los mismos no se pueden producir sino es teniendo suficiente tierra, recursos y tecnologí­a, pero tampoco podemos con esta justificación pretender que el gobierno y los guatemaltecos en general no produzcamos suficiente maí­z, frijol, verduras y demás productos básicos alimenticios. ¿Cómo hacerlo? En primer lugar, reestructurar el enfoque del Ministerio de Agricultura, debemos de entregar permanentemente semillas mejoradas, fertilizante, asesorí­a y sabiendo que está más allá del control de todo ser humano el régimen de lluvias, crear presas y regadillos en todo el oriente del paí­s y en el Petén.

 

Si las presas, además se utilizan para generar energí­a eléctrica, ponerle como condición para autorizar su funcionamiento y construcción que contemplen un seguro por si en algún momento dado existiera una catástrofe que destruyera la vida humana, las viviendas y las siembras agrí­colas. También  establecer que en la época seca, el agua captada, tiene que liberarse según cada lugar para que la misma, además de generar energí­a, produzca el riego suficiente que permita garantizar la producción agrí­cola alimenticia.

 

Varios paí­ses en América Latina, América del Norte, Europa y Asia así­ lo han hecho y por eso es que España, Chile, Argentina, Estados Unidos y otros varios paí­ses son exportadores de granos y alimentos.

 

Como el hambre, la desnutrición, la pobreza y la miseria no se erradican sin recursos, quienes tienen la ventaja de producir café, azúcar, banano y demás productos de exportación agrí­cola y ahora ya no deben tener mozos colonos, ni escuelas obligatorias, no otorgan raciones alimenticias y mucho menos dan tierra a sus trabajadores para cultivar, deben de pagar mucho mejores salarios y prestaciones económicas, permitiendo con ello que todos estos guatemaltecos puedan tener recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas de su familia. Recordemos que sin esa mano de obra no se producirí­a todos los productos de exportación.

 

Continuará