Al menos 51 personas murieron y otras 86 resultaron heridas hoy por la tarde en el centro de Bagdad, donde tres coches bomba explotaron con unos segundos de intervalo, mientras que el jefe de la coalición chiita en Irak, Abdel Aziz Hakim, partía hacia Estados Unidos.
Además, el ejército iraquí, apoyado por un batallón del ejército estadounidense, sitió el sábado por la mañana varios barrios de Baaquba, la capital de la provincia de Diyala, a 60 kilómetros al norte de Bagdad.
Tres fuertes explosiones se sucedieron, con apenas unos segundos de intervalo, el sábado por la tarde en el barrio comercial de Rusafa, en el centro de la capital iraquí, en la orilla oeste del Tigris.
«Un total de 51 personas murieron y 86 resultaron heridas en este atentado», indicó una fuente de la seguridad, que precisó que el primer coche bomba estalló al paso de un todo-terreno blindado del ejército iraquí.
Una espesa columna de humo negro era visible aún sobre el lugar del triple atentado 15 minutos después del hecho.
El ejército iraquí y unidades estadounidenses llevaron a cabo una vasta operación en Rusafa, en la que intercambiaron disparos con grupos de insurgentes durante toda la jornada.
El sábado, además, se descubrieron los cuerpos de otras 44 personas muertas en diferentes barrios de Bagdad.
En el resto del país, otros 15 iraquíes, entre ellos cinco soldados y tres policías, murieron el sábado en distintos episodios violentos.
En Baaquba, la operación iniciada el sábado por la mañana trata, según el ejército estadounidense, de desmantelar los «grupos terroristas» responsables de numerosos asesinatos, atentados con bomba y secuestros en la región, donde centenares de personas, en su mayoría civiles, murieron en las últimas semanas.
Unos 30 sospechosos fueron detenidos en varias incursiones en los barrios sunitas de la ciudad y un rehén fue liberado, indicaron fuentes militares estadounidense e iraquí.
Dos de las personas detenidas son ciudadanos egipcios, afirmó un oficial del ejército iraquí, que pidió el anonimato.
En el plano político, el presidente estadounidense, George W. Bush, se entrevistará el lunes en Washington con el jefe del principal partido chiita de Irak, Abdel Aziz Hakim.
Este último criticó el sábado en Ammán la propuesta del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para organizar una conferencia internacional sobre Irak.
«Creemos que no es razonable o correcto discutir cuestiones relativas a Irak en el marco de conferencias internacionales», afirmó en una conferencia de prensa poco antes de partir hacia Washington, asegurando que el «problema iraquí es político, no religioso».