Según datos del Centro Nacional de Análisis y Documentación Judicial (Cenadoj) en los primeros cinco meses de 2013 han ingresado, al día, aproximadamente doce nuevos casos al Organismo Judicial. Los cuales son considerados como delitos de mayor frecuencia.
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La Torre de Tribunales, sede de los juzgados penales, está ubicada en la 21 calle 7-70 de la zona 1. A diario confluyen personas capturadas por hechos ilícitos de homicidio, asesinato, violación, secuestro, robos, estafas, femicidio, posesión de droga, entre otros.
De esa cantidad, sólo un caso concluyó en sentencia condenatoria y los once restantes continúan impunes.
CONTRADICCIÓN
Los rostros de los privados de libertad, familiares y del personal involucrado en los procesos judiciales contrastan totalmente con la seriedad de las causas por las cuales son investigados.
El ambiente es sereno y poco formal; las bromas de los abogados, sonrisas de los familiares y el comportamiento de los presos, sorprenden al que visita el lugar por primera vez.
PISO 15
En el elevador, trayecto de la planta baja al décimo quinto nivel, entran y salen abogados, que entre conversaciones demuestran su indiferencia ante un caso más. El personal “pasea” sin preocupación y los policías se muestran atentos a movimientos inusuales.
Un minuto más tarde, ya en el piso 15 el lugar está rodeado de policías y reos esposados de pies y manos, quienes esperan entrar a la Sala de Audiencia para enfrentar al juez y la fiscalía que tienen en sus manos su situación jurídica. En ese momento, el pasillo se ve reducido por la cantidad de personas y familiares que asisten a las mismas.
Muchos de los familiares de los acusados esperan escuchar el timbrazo del elevador con la esperanza que de allí salga algún amigo en quien apoyarse. Durante la espera, la incertidumbre invade el lugar. Pero al ver a sus seres queridos, este sentimiento es reemplazado por sonrisas, bromas y las típicas bolsas plásticas llenas de comida.
FÁBRICA DE IRONÍA Y CINISMO
¿Por qué se cree que la Torre de Tribunales no es más que una fábrica de ironía y cinismo? Porque dentro de sus cuatro paredes los acusados son considerados inocentes hasta que se demuestre lo contrario. La puntualidad en este lugar, no es indispensable. Los casos atrasados son una constante y ningún delito es novedad.
Todos los guatemaltecos esperan un cambio en la sociedad, esa que se ha vuelto inmune a la ligereza de los procesos de justicia, pero en ese camino de búsqueda de verdad y justicia muchos terminan siendo cómplices de ella.