China espera tener este año un crecimiento económico sostenido, del 8%, pero el primer ministro, Wen Jiabao, insistió hoy en la necesidad de luchar contra las disparidades sociales, durante la apertura de la sesión parlamentaria anual.
«La tarea más importante es fomentar un desarrollo sólido y rápido», declaró el jefe del gobierno en un discurso ante cerca de 3 mil delegados, durante el primer día de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) en Pekín, donde fijó el objetivo de crecimiento en «cerca del 8%».
«Hay que reforzar y mejorar las medidas de macrocontrol. Lo importante es limitar la cantidad de inversiones, controlar el crédito», añadió Wen ante unos 3 mil delegados reunidos hasta el 16 de marzo en el Palacio del Pueblo de Pekín.
Al principio de cada año, el gobierno chino prevé un índice de un 8% de crecimiento, sistemáticamente superado.
El PIB chino aumentó un 10,7% en 2006, cuarta subida anual consecutiva de dos dígitos, a pesar de las medidas para restringir el crédito.
En el ámbito social, Wen Jiabao prometió hoy medidas presupuestarias para ayudar a los más desfavorecidos en las áreas rurales a tener una vivienda, cobertura social y médica y estudios.
«Trataremos de preservar la igualdad y la justicia en la sociedad para que toda la población comparta los frutos de la reforma y del desarrollo», prometió.
En el capítulo medioambiental, el primer ministro consideró que la economía china sigue consumiendo demasiada energía y es muy contaminante.
«Algunas instancias locales y algunas empresas no han aplicado con suficiente rigor la reglamentación y las normas para ahorrar energía y proteger el medio ambiente», subrayó el primer ministro, que se comprometió a «multiplicar los esfuerzos para mejorar la calidad y el rendimiento del crecimiento económico» este año.
Wen, que defiende la «armonía social» junto con el presidente, Hu Jintao, denunció a los responsables del partido comunista que dilapidan los fondos públicos.
«En muchos poderes públicos locales, departamentos e instituciones, no se duda en (…) manifestar un gusto marcado por el lujo y gestionar los fondos públicos con desperdicio», declaró.
También pidió una mejor protección de las tierras cultivables mediante la prohibición de construir chalés y terrenos de golf.
Las requisiciones de tierras por parte de los responsables locales para proyectos más o menos injustificados ha provocado muchos conflictos sociales en los últimos años.
Sin sorpresa tampoco, Wen Jiabao aseguró que China proseguirá la reforma de los tipos de cambio para que el yuan sea más flexible.
Esta política monetaria prudente es regularmente reiterada por las autoridades chinas, que resisten a las presiones occidentales en favor de una fuerte reevaluación del yuan.
Los países industrializados, con Estados Unidos al frente, estiman que el tipo de cambio actual favorece comercialmente a Pekín.
Durante la sesión, que concluirá el 16 de marzo, los delegados deben aprobar varias leyes, en especial dos esperadas desde hace mucho, sobre la propiedad privada y sobre el fin de ciertos privilegios fiscales de las empresas extranjeras.
«Va siendo hora de unificar los impuestos sobre la renta con el fin de que las empresas nacionales y las empresas con participación extranjera puedan competir en pie de igualdad», declaró Wen.
Por otro lado, sobre Taiwán reiteró su oposición a la independencia de la isla e insistió en el objetivo de una «reunificación pacífica».
Dijo que continuará la modernización del ejército para poder «combatir en las condiciones de una guerra defensiva utilizando ampliamente medios informatizados».
Ayer el gobierno chino anunció que el presupuesto militar para este año aumentará un 17,8% y alcanzará los 350 mil 900 millones de yuanes (unos 45 mil millones de dólares).
Wen Jiabao
primer ministro de China