Continuando con el tema de las drogas y la responsabilidad paterna, digo que COMPLEMENTO y solamente COMPLEMENTO de la familia, puede ser la escuela. Todos los psicólogos clínicos o educativos, en las escuelas, deben tener dentro del Currículum Nacional Base y conjuntamente con los maestros, el espacio necesario para discutir con los jóvenes los temas de mayor «preocupación» e «interés» de ellos y de la sociedad. Los problemas que señalan los de primer ingreso a la universidad: Violencia y drogas.
Los psicólogos deben poder explicar a los jóvenes, el efecto del consumo de drogas, lo que hace en el funcionamiento del cerebro y por ende en su comportamiento. Por ejemplo, el consumo de la cocaína. Esa droga afecta la corteza sensomotriz, hipocampo y amígdala; el sistema límbico produce el aumento de deseos, gustos y sentimientos. La droga activa el neurotransmisor llamado DOPAMINA en el cerebro, lo que a su vez, produce un aumento en la transmisión de impulsos nerviosos a las diferentes áreas de la corteza cerebral. Afectar el área sensomotriz, produce VIOLENCIA y NECESIDADES arriba de lo normal; produce una urgente sensación de necesitar de nuevo el estímulo de la droga. Por eso algunos expertos en el tema, dicen que un joven podría convertirse en adicto a esa droga, con sólo usarla una vez. Además la droga afecta el centro de computación en el cerebro, la parte de memoria en el lóbulo temporal izquierdo.
Otra parte del cerebro, que recibe los mensajes de los estímulos del ambiente que pueden ser alterados por el uso de droga, el tálamo, los reparte a otras áreas del cerebro para ser procesadas y este proceso, por acción de la droga, puede ser distorsionado.
Por lo anteriormente descrito, es urgente que los padres de familia, los maestros, los psicólogos y todas aquellas personas que atienden niños y jóvenes, estén correctamente informados y preparados para descubrir las señales tempranas de alarma sobre el uso y abuso de las drogas. Sobre todo deben saber establecer CONFIANZA entre ellos y los últimos para que les confíen sus inquietudes y temores.
Los padres de familia no pueden evadir la RESPONSABILIDAD que tienen en la formación de sus hijos; deben ser SU EJEMPLO, el modelo a seguir. La paternidad no es cosa de niños, es de adultos conscientes de su papel de formadores de nuevas generaciones. La escuela es únicamente el COMPLEMENTO y como tal debe dárseles a los maestros la preparación necesaria para cubrir este tema en forma profesional. Niños y jóvenes de todo y en todo el país, están sujetos a la presión que ejerce sobre ellos el ambiente y el deterioro social que afecta a Guatemala.
El segundo tema apuntado por los jóvenes, merece atención especial y será tratado en otro artículo. Valga decir que las tres V»s: VER VIOLENCIA, VIVIR VIOLENCIA, PRODUCE VIOLENCIA, es cosa que vemos todos los días, a todo nivel
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Lo publicado en Prensa Libre el 25/1/09, debe analizarse seriamente. Estamos escuchando de los jóvenes un grito que pide ayuda. ¿Está usted, padre de familia, listo para escucharlos y auxiliarlos?
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