jsolares@lahora.com.gt
Mas de mil estudiantes de educación física, se dieron cita la semana recién pasada en el Lago de Atitlán, el motivo de la reunión fue hacer el recorrido de la nueva modalidad de la tradicional Travesía Acuaatica 2009, que todos los años se lleva acabo y sirve de prueba para la nueva sangre de la natación nacional, pero también sirve como pretexto para socializar entre padres, entrenadores y nadadores.
La actividad se llevó a cabo del 10 al 14 de agosto, a diferencia de años anteriores en esta competición el desafío pasaba por lo personal para los alumnos del Magisterio que se hicieron presentes. El nuevo y novedoso circuito constó de dos vueltas, de kilómetro y medio cada una haciendo un total de tres kilómetros en total.
Con esta nueva modalidad de recorrido, la natación nacional se integra a los lineamientos y cánones internacionales, los cuales se utilizan en todas las pruebas en aguas abiertas a lo largo y ancho del mundo de la natación. Estos sistemas permiten brindarle al nadador mayor seguridad a todos los competidores, en este caso protege más a los escolares, que se encuentran en plena etapa de preparación y crecimiento deportivo.
A parte de estas ventajas ya mencionadas, se integra de forma colectiva al nadador y los futuros maestros de Educación Física nacional, también el maestro va adquiriendo la experiencia de sincronización en la ubicación de las señales. Esto ayuda de manera enorme a la ubicación del nadador sobre aguas abiertas.
La prueba cumplió su decimonoveno año consecutivo de acción y es organizado por la Dirección General de Educación Física DIGEF. La Travesía Acuaatica escolar se remonta a los años sesenta, cuando se realizaban pruebas de resistencia en la Laguna de las Calderas, Aldea Calderas, jurisdicción del municipio de Amatitlán. La misma se efectúa desde 1990 en el Lago de Atitlán.
Este año contó con la participación de los representantes de los departamentos de Alta Verapaz, Baja Verapaz, Izabal, Sololá, Quiché, Petén, Huehuetenango, Chimaltenango, Santa Rosa, Quetzaltenango, Escuintla, San Marcos, Chiquimula, El Progreso, Jutiapa, Retalhuleu, Totonicapán, Sacatepéquez, Zacapa, Jalapa, Suchitepéquez y Guatemala.
Esta es una prueba que va más allá de lo físico y del resultado, ya que el objetivo es retar al futuro nadador guatemalteco a desafiar la concentración y orientación, aparte de sobreponer mentalmente los temores que causan las competencias en aguas abiertas.