El gobierno ecuatoriano intentó zafarse ayer de las incómodas sospechas sobre su relación con las FARC, cuestionando la credibilidad de esa guerrilla y advirtiendo que el vídeo difundido en Bogotá con pruebas sobre esos nexos pudo haber sido manipulado por Bogotá.
«Se me ocurre que (el vídeo) no debe ser verdad, debe estar amañado, como ya estamos acostumbrados al comportamiento del gobierno colombiano», dijo el vicepresidente Lenín Moreno.
Al mismo tiempo el canciller Fánder Falconí puso en entredicho el contenido de la cinta, que recoge de las expresiones de un líder rebelde sobre una «ayuda en dólares» a la campaña de Correa en 2006.
«Es una declaración de un dirigente de un grupo irregular, y este dirigente (…) ha hecho muchísimas declaraciones en contra del gobierno de Colombia», afirmó Falconí en una conferencia de prensa.
En ese sentido, estimó que al igual que no han sido tenidas en cuenta las acusaciones de las FARC contra el gobierno de ílvaro Uribe, tampoco «puede tener asidero» lo que diga ese grupo sobre Correa.
«Hemos sido absolutamente enfáticos y claros: el gobierno (…) no tiene ningún tipo de relación con ningún grupo irregular. Nosotros hemos planteado una política de cero tolerancia frente a los grupos irregulares», indicó el Ministro de Relaciones Exteriores.
De esa forma, Quito intentó enfriar la controversia surgida tras la divulgación en Colombia de una cinta incautada a las FARC con declaraciones del jefe militar de ese grupo, Jorge Briceño (alias Mono Jojoy).
En la cinta -cuya autenticidad fue certificada por la Fiscalía colombiana-, el líder rebelde habla de «una ayuda en dólares a la campaña de Correa» y «posteriores conversaciones con sus emisarios».
También se refiere a «unos documentos en poder de todos nosotros que resultan muy comprometedores en nuestros nexos con los amigos», según la trascripción de la prensa.
Sin embargo, el canciller Falconí insistió en que aún no ha sido probada la autenticidad de la grabación, y que la misma debe ser examinada dentro del contexto de las malas relaciones entre los dos gobiernos y como una respuesta a las acciones legales iniciadas por Quito.
«Han sido respuestas mediáticas, políticas, agresivas. Y es en ese contexto nuevamente que se inscribe este video», dijo Falconí, aludiendo a los procesos impulsados por Ecuador tras el ataque colombiano del 1 de marzo de 2008.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, salió en defensa en la madrugada del martes de su aliado, el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
«Yo estoy seguro de que es una gran falsedad, que las FARC financiaban la campaña de Correa», sostuvo el mandatario en un contacto con la televisora estatal VTV.
En ese operativo, militares colombianos bombardearon un campamento clandestino de las FARC en Ecuador y abatieron a 25 personas, incluido el número dos de ese grupo Raúl Reyes.
La acción derivó en una severa crisis que aún mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre los dos países.
Desde Madrid el ex ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, -cuya captura fue solicitada por la justicia ecuatoriana- consideró que las revelaciones de las FARC justifican el ataque en territorio ecuatoriano.
«Esto nos reconfirma (…) que lo que hicimos había que hacerlo, que actuamos bien, que hicimos lo correcto, que fue una acción legítima, apropiada», declaró Santos.