La juez encargada de la investigación sobre el accidente del avión de Air France que volaba de Rio a París hace tres meses recibió por primera vez este jueves a las familias de las víctimas, resignadas a esperar mucho tiempo para conocer las circunstancias de la tragedia.
«Por ahora se necesita tiempo. Estamos un poco decepcionados y nos vamos como vinimos», dijo Erika Chabanne, quien perdió a dos miembros de su familia.
En junio, tras la desaparición del vuelo AF447 se abrió una instrucción por «homicidios involuntarios» que fue confiada a la juez Sylvie Zimmerman.
«La juez explicó que haría todo lo posible para saber toda la verdad. Dijo estar dispuesta a eventualmente procesar a personas físicas y morales», afirmó Jean-Baptiste Audousset, presidente de la asociación «Ayuda Mutua y Solidaridad AF447».
Al encuentro asistieron decenas de personas, entre parientes de las víctimas y sus abogados, representantes de asociaciones, sindicatos de pilotos y personal de vuelo.
El papel de las sondas Pitot, que miden la velocidad, salió a relucir en esta reunión, según Stéphane Gicquel, presidente de la Federación Nacional de Víctimas de Accidentes Colectivos.
«Habrá una serie de pruebas sobre las 83 sondas Pitot» simulando las condiciones del accidente, dijo.
Le Oficina de Investigación y Análisis (BEA) encargada de la investigación técnica sobre el accidente, considera que las sondas Pitot son «un elemento, pero no la causa» del mismo.
«Las familias esperan mucho de la investigación técnica llevada a cabo por la BEA (Oficina de Investigación y Análisis) y la investigación judicial, única que puede revelar la verdad», había dicho el presidente de «Ayuda mutua y solidaridad AF447».
El miércoles, antes de la reunión de este jueves entre la juez y representantes de las víctimas, el bufete de abogados londinense Stewarts Law anunció haber identificado cuatro «factores» en la cadena de acontecimientos que condujeron al accidente del A330 de Air France.
El abogado Charles-Henri Tardivat destacó el factor meteorológico, la falla de las sondas Pitot, un problema en el sistema de ayuda para la navegación y el entrenamiento de los pilotos.
Mencionó, asimismo, dos hipótesis del accidente, relacionadas con las informaciones de las sondas.
Este gabinete especializado en catástrofes aéreas afirma representar a unas cincuenta familias de víctimas del vuelo Rio-París.
Un abogado de la acusación, Jean-Pierre Bellecave, se mostró optimista sobre la investigación, pues según él Francia tiene experiencia previa en investigar accidentes.
Bellecave deploró, sin embargo, las divergencias que al parecer existen entre asociaciones próximas a las víctimas y dijo que «no es bueno, pues se requiere una estrategia para lograr una indemnización».
Tras el accidente de junio se formaron varias asociaciones de víctimas: al menos dos en Francia y otras dos en Brasil. Las partes civiles pueden tener acceso al expediente.
Las 228 personas que iban a bordo del avión eran de 32 nacionalidades. Entre ellas había 72 franceses, 59 brasileños y 26 alemanes.