La pausa por el Juego de Estrellas fue un respiro bienvenido para Don Mattingly y los Dodgers de Los Angeles.
El manager novato y su equipo, hundidos en los problemas y en la frustración, han sufrido numerosas derrotas en el terreno. Fuera de éste, han tenido que lidiar diariamente con la presión generada por una cadena de noticias que han manchado a la laureada franquicia.
LOS ANGELES / Agencia AP
Los Angeles comienza la segunda mitad de la temporada en Arizona, hoy en la noche, con una foja de 41-51 y en el cuarto lugar de la División Oeste de la Liga Nacional, a 11 juegos de los Gigantes de San Francisco.
«La mayor decepción es encontrarnos en esta posición con un equipo capaz de estar en los playoffs y de competir con cualquiera en la Liga Nacional», dijo el jardinero central Matt Kemp.
Desde el primer día, este año ha sido muy complicado en el Dodger Stadium. En el juego inaugural de la temporada, Brian Stow, un aficionado de los Gigantes, fue víctima de una paliza en el estacionamiento del parque, luego del partido. Stow, de 42 años, sigue en un hospital del área de San Francisco, tras sufrir lesiones cerebrales.
El agrio procedimiento de divorcio entre Frank McCourt y su esposa Jamie, y la lucha de poder sobre quién de ellos era dueño del club ha sido un nubarrón en el panorama de los Dodgers durante toda la temporada.
Las Grandes Ligas asumieron el control de las operaciones diarias del club a mediados de abril, y Frank McCourt solicitó recientemente la protección de la corte de bancarrotas.
McCourt tomó esa decisión después de que el comisionado de las mayores Bud Selig rechazó una propuesta de un acuerdo con Fox Sports para la transmisión de los encuentros del equipo. Según McCourt, ese contrato habría aliviado las preocupaciones que surgen cada dos semanas sobre la capacidad de pagar salarios y otros gastos.
Pero Selig estaba preocupado de que el dueño de los Dodgers, en medio de tantos problemas, utilizara el dinero del contrato para cubrir sus deudas personales.
Incluso el famoso locutor Vin Scully se vio metido en el conflicto económico, cuando una serie de documentos de la corte revelaron que se le adeudaban más de 150.000 dólares como parte de su contrato. Scully es miembro del Salón de la Fama y cumple su 62da temporada con el micrófono.
En algunos casos, se expidieron a algunos empleados del club, incluidos trabajadores del estadio, cheques que carecían de fondos y debieron volverse a emitir.
Es una verdadera crisis.
«Obviamente, es algo un poco loco cuando piensas: ‘¡Hey!, los cheques podrían no llegar’, pero ellos nos han asegurado que no tenemos nada de qué preocuparnos en ese aspecto», dijo el intermedista Aaron Miles.
«Esto representa una pequeña distracción respecto del béisbol; quizás una gran distracción a veces. Pero los jugadores en esta casa club no se han enfocado en eso. Seguimos concentrados en el diamante, pese a que las cosas no nos han salido en este año».
Para colmo, McCourt despidió la semana pasada a Steve Garvey, uno de los ex jugadores más populares en Los Angeles. Garvey trabajaba en el departamento de mercadeo y relaciones comunitarias, y expresó sus esperanzas de comprar el club, además de reclutar en su grupo de inversiones a Orel Hershiser, el ex serpentinero que llegó a ser el jugador más valioso de la Serie Mundial.
Y por si eso fuera poco, el 28 de mayo tuvo que ser evacuado el piso superior del Dodger Stadium, detrás de la primera base, después de un pequeño incendio en una bodega del parque.
Todo lo que ha ocurrido con los Dodgers ha sido la comidilla en los programas nocturnos de comedia en la televisión.
«La gente siempre hablará, pero no me importa lo que digan. No estoy preocupado», dijo Clayton Kershaw, el serpentinero electo para el Juego de Estrellas.
Hoy con los Tigres
El descanso de Jim Leyland durante la pausa por el Juego de Estrellas se interrumpió el martes, cuando su mejor bateador abandonó el clásico de media temporada por una lesión.
El jueves, el manager de Detroit estaba optimista de que el toletero venezolano Miguel Cabrera estaría bien. El primera base jugaría el viernes por la noche, cuando los Tigres regresen de la pausa y reciban a los Medias Blancas de Chicago.
«No tengo motivo para creer otra cosa», dijo Leyland.
Cabrera batea para .311 con 18 jonrones y 59 impulsadas en esta campaña. Abandonó el martes el Juego de Estrellas, luego de lastimarse un músculo oblicuo del costado izquierdo al batear.
«Eso suele encender la alarma, incluso cuando uno está en casa relajándose», dijo Leyland.
Los Tigres realizaron un entrenamiento el jueves por la noche, en el Comerica Park. La sesión fue opcional para los participantes en el Juego de Estellas, y no hubo rastro de Cabrera.
Alex Avila, quien jugó también en el clásico de verano, dijo que la lesión de Carera era tan leve que el receptor ni siquiera se percató de que el primera base había abandonado el encuentro por ese motivo.
«No sabía que él había salido por un problema», dijo Avila. «Cuando lo vi en la casa club, me dijo que estaba bien».
Avila, hijo del gerente general asistente Al Avila, tuvo la oportunidad de actuar frente a su abuelo Ralph en el Juego de Estrellas.
«Fue la primera vez que me vio jugar en las mayores», dijo. «Cuando hice mi debut, él estaba en Michigan, pero voló de regreso a Florida, porque se uso muy nervioso».
Leyland dijo también que el intermedista venezolano Carlos Guillén, quien no ha jugado desde agosto pasado por un problema de rodilla, podría retornar pronto.
«He recibido estupendos reportes hasta ahora», dijo Leyland. «El está bateando muy bien y corriendo sin problemas, pero como he dicho, quiero dejarlo todo al personal médico, antes de que él esté listo para jugar».
Rodríguez
Francisco Rodríguez dice que se siente bien por haber llegado a los Cerveceros de Milwaukee en un canje, pese a que antes había indicado que no quería ir a ese club.
Después de la temporada del 2008, cuando el cerrador venezolano firmó con los Mets de Nueva York, él y su ex agente Paul Kinzer entregaron una lista de los 10 clubes a los que no debía cederse a Rodríguez. Milwaukee estaba en esa lista.
Rodríguez dijo que su agente nunca envió la carta al sindicato de peloteros ni a las Grandes Ligas.
«Estoy tratando todavía de averiguar qué ocurrió. Mi agente me habló de la lista de 10 equipos, y Milwaukee era uno de ellos», dijo Rodríguez. «Cuando recibí la llamada del gerente general y me dijo que sería canjeado me confundí un poco. Sólo averigí¼é que mi agente nunca envió la carta a la asociación de jugadores ni a las mayores. Los Mets tenían la oportunidad de canjearme a cualquier lugar».
Rodríguez dijo que Milwaukee figuraba en la lista porque ese club tenía ya a un taponero famoso, Trevor Hoffman, quien se ha retirado.
«Ese fue mi motivo número uno. En aquella época Hoffman estaba aquí», dijo. «Ahora eso no es un problema. Soy ahora un Cervecero. Sólo quiero ganar».
El martes por la noche, los Mets enviaron a Rodríguez, junto con una cantidad no precisada de efectivo, a los Cerveceros, a cambio de dos jugadores por designar. El gerente general Sandy Alderson, quien está en su primer año en el cargo con los Mets, dijo el jueves que había informado al ex agente de Rodríguez que no existía la lista mencionada.
«Procedimos con el mercado de canjes sobre esa base», dijo Alderson. «Hablé con los ex agentes en las últimas dos o tres semanas, y les informamos que, hasta donde sabíamos, no había lista».
Rodríguez dijo que había escuchado los rumores sobre su posible canje, pero lo sorprendió el acuerdo del martes.
«Definitivamente fue una sorpresa y un shock», dijo. «Sabía que estaba en el mercado, sabía que eventualmente los Mets iban a encontrar una forma de canjearme, pero nunca pensé que sería a Milwaukee».
Suspendidos 4 juegos por riña
El toletero dominicano David Ortiz, de los Medias Rojas de Boston, fue suspendido por cuatro juegos, al igual que el lanzador Kevin Gregg, de los Orioles de Baltimore, luego que ambos desataron una riña en el juego del 8 de julio.
Otro lanzador de los Orioles, Mike González, fue suspendido por tres encuentros, y el manager Buck Showalter enfrentará un castigo de un partido, como parte de las sanciones anunciadas el jueves por las Grandes Ligas. Gregg y González decidieron apelar, por lo que quedaron pospuestos sus castigos.
No fue posible obtener declaraciones inmediatas de Ortiz.
«Buscaré que esto se cancele», dijo Gregg, quien no reveló el monto de su multa pero la consideró «cuantiosa». «La suspensión de cuatro partidos es bastante severa. Tengo el derecho de reunirme en Nueva York con algunas personas, decirles cómo ocurrió esto, qué pasó, dar mi versión de la historia».
Los Medias Rojas no jugaban el jueves, y el manager Terry Francona dijo que Ortiz tenía permiso de ausentarse del entrenamiento del equipo en Saint Petersburg, Florida, a fin de tener un día más para recuperarse tras el Juego de Estrellas.
«Sé que David tiene que decidir lo que va a hacer2, dijo Francona.
Showalter decidió no presentarse al juego del jueves por la noche contra los Indios de Cleveland. Fue sustituido por su asistente John Russell.
«Los managers no tenemos realmente derecho de apelar», dijo Showalter, quien confió en que el castigo a sus lanzadores se reduzca tras la apelación. «Pienso que hemos visto en el pasado que la sanción que se impone inicialmente y la que se cumple son cosas distintas en muchos casos. Dejaremos que este procedimiento se ventile».
González dijo que se le multó con 1.500 dólares. Tras los distintos altercados durante tres días entre ambos equipos fueron multados también por sumas no reveladas el lanzador Jim Johnson, de los Orioles; el receptor Jarrod Saltalamacchia, de Boston, y el serpentinero John Lackey, de los Medias Rojas.
El pleito sobrevino después de que Gregg hizo dos lanzamientos que estuvieron cerca de golpear a Ortiz. El bateador designado comenzó a avanzar hacia el montículo después de ese segundo tiro y los jugadores de ambas cuevas y de los dos bullpens entraron al terreno, sin que el problema pasara a mayores.
Gregg obligó luego a que Ortiz elevara un globito, y le gritó algo al toletero de Boston, quien avanzó hacia el serpentinero y se enfrentó con él, a medio camino entre la línea de la primera base y el montículo. El umpire Mike Eastabrook expulsó a Gregg, a Ortiz y a Saltalamacchia.
Gregg dijo que sólo trató de protegerse, y cuestionó la decisión de suspenderlo por el mismo número de partidos que se impusieron a Ortiz.
«En realidad, él buscó agredirme dos veces», dijo Gregg. «Yo me defendí. No coincido con el hecho de que me suspendan por el mismo tiempo, y por eso estoy apelando».
Ortiz se disculpó al día siguiente, pero el 10 de julio, en el final de la serie, González hizo un lanzamiento a la espalda de Ortiz. González y Showalter fueron expulsados de inmediato. En su comunicado, las Grandes Ligas afirmaron que González propinó ese pelotazo en forma intencional, pese a que se había hecho una advertencia a los dos equipos, que se enfrentarán de nuevo la semana próxima, en Baltimore.