Tras dos meses, reabren Machu Picchu


Vista panorámica del ancestral sitio de Machu Picchu, en Perú, el cual fue reabierto tras dos meses de haber sido cerrado. FOTO LA HORA: AFP ERNESTO BENAVIDES

La espera fue larga y costosa pero por fin los turistas pudieron volver a la ciudadela inca de Machu Picchu, cerrada desde fines de enero después de que varios tramos de su único acceso fuesen destruidos por intensas lluvias, lo que generó pérdidas a Perú por unos 185 millones de dólares.


«Â¡Machu Picchu, es mí­stico, tiene energí­a!», exclama la turista alemana Eva Maria Frittgen, de 23 años, mientras observa la ciudadela de piedra en lo alto de una montaña

Frittgen y la mexicana Rosmery Durand, de 26 años, fueron dos de los más de 1.000 turistas que ingresaron en el dí­a de la reapertura al Complejo arqueológico.

Ambas coincidieron en señalar que recorrer la ciudadela construida en el siglo XV por el inca Pachacutec, entre 1438 y 1470, les generó una energí­a que antes no hallaron en otros paí­ses que visitaron.

Pero la ví­a férrea, único acceso a la ciudadela, todaví­a no está arreglada del todo, por lo que para acceder desde Cusco es necesario hacer un primer tramo por carretera de unos 100 km, a continuación 28 kilómetros en tren hasta la población de Aguas Calientes, último lugar habitado antes de la ciudadela, y de ahí­ en autobús unos 30 minutos más hasta el ingreso al complejo arqueológico.

«Es bárbaro las horas que se pierden y eso que tuvimos que levantarnos a las cuatro de la mañana para comprar los ticket del tren», dijo la turista estadounidense Molly Geoggien, de 27 años.

El ministro de Comercio y Turismo, Martí­n Pérez cifró los daños por los dos meses de cierre en 550 millones de soles (unos 185 millones de dólares). En 2009 entraron en promedio entre 2.500 y 3.000 turistas.

«En los dos meses de paralización, en el Cusco sólo funcionó el 30% de la capacidad turí­stica, muchos restaurantes tuvieron que cerrar temporalmente y hoteles dieron vacaciones a sus personal», dijo a la AFP Roger Valencia, vicepresidente de la Cámara de Comercio del Cusco.

Cusco, antigua ciudad imperial de los incas, es la puerta de entrada a Machu Picchu.

Pérez explicó que de los 112 kilómetros de la ví­a férrea que une Cusco con Aguas Caliente, 82 Km se encuentran inhabilitados por los deslizamientos de lodos y piedras y que su reconstrucción estará lista para junio.

Justiniana, vendedora de cinturones y prendas de alpaca en Aguas Calientes, dice que la reapertura «es un alivio. Yo perdí­ unos 200 soles diarios (70 dólares) y estábamos todos sin nada que hacer».

Para atraer nuevamente a los turistas, el ministerio de Comercio Exterior y Turismo invitó a la conocida actriz estadounidense Susan Sarandon, ganadora del Oscar en 1996, a asistir a la reapertura del complejo arqueológico.

Sarandon fue premiada el jueves en la ciudadela por alcalde local, Edgar Marí­n, con la medalla de la ciudad y la declaró «hija predilecta de Machu Picchu».

Machu Picchu es considerada como una obra maestra de la arquitectura e ingenierí­a por las avanzadas técnicas empleadas en su construcción.

Fue dada a conocer en 1911 cuando fue descubierta por el estadounidense Hiram Bingham, tras permanecer durante varios siglos oculta en las estribaciones de la selva.

Conocida como la «ciudad perdida de los Incas», fue declarada en 1981 Patrimonio Histórico y Natural de la Humanidad por la Unesco.

El cierre durante dos meses generó una reflexión sobre la total dependencia de la ví­a férrea, prácticamente la única forma de llegar hasta ella.

El gobierno plantea dos carreteras para llegar hasta Aguas Calientes pero eso generarí­a un flujo de turismo que podrí­a poner en peligro la ciudadela.

Expertos peruanos en patrimonio, asistidos por la Unesco buscan un proyecto de «accesibilidad apropiada», lo cual implica calcular cuántas personas podrán ingresar diariamente sin deteriorar el lugar.

«En los dos meses de paralización, en el Cusco sólo funcionó el 30% de la capacidad turí­stica, muchos restaurantes tuvieron que cerrar temporalmente y hoteles dieron vacaciones a sus personal.»

Roger Valencia

Vicepresidente de la Cámara de Comercio del Cusco.