Transparencia, voluntad y tiempo definirán la polí­tica fiscal


La nueva propuesta fiscal del Ejecutivo cuenta con opositores fuera y dentro del Congreso.

El receso parlamentario, las sesiones extraordinarias, la resistencia de la oposición y el abuso de técnicas legislativas dilatorias son los elementos determinantes para el éxito o el fracaso de polí­tica con que se cubrirá un agujero fiscal de Q7 mil millones en 2010.

Gabriel Herrera
gherrera@lahora.com.gt

La bancada legislativa oficial y sus aliadas son optimistas al considerar que hay suficiente tiempo para evitar una crisis fiscal con la emisión de Bonos del Tesoro por Q4 mil 500 millones, consolidar la «reformita» fiscal de Q1 mil 100 millones, concretar préstamos y hasta llegar a aprobar un nuevo Impuesto Sobre la Renta.

Esto, pese a que la actual administración del Organismo Ejecutivo -encabezada por el presidente ílvaro Colom- atraviesa contratiempos en la polí­tica fiscal desde el arranque de la séptima legislatura, en 2008, cuando desaparecieron Q82,8 millones de las arcas del Congreso.

Además, la oposición polí­tica de grupos importantes -en número- dentro del pleno y algunos diputados independientes ha puesto lí­mites a las iniciativas de «reforma» de impuestos, como consecuencia de la supervisión férrea de los fondos públicos, que ha molestado y causado irritación en el oficialismo.

En este contexto, diversos elementos polí­ticos y temporales se tendrán que entretejer en el diálogo parlamentario para alcanzar acuerdos y evitar una vez más, los contratiempos de un presupuesto desfinanciado.

Un punto que opera en contra de este proceso de negociación, es el secretismo y los pactos bajo la mesa que en varios ocasiones desembocan en acuerdos poco transparentes y que resultan dañinos para el paí­s.

FRACASO CONSECUTIVO

El 2008 marcó el inicio de una serie de fracasos en la polí­tica tributaria que preparó y aprobó el Consejo de Ministros en el Ejecutivo, la cual se vio ensombrecida desde el inicio por la resistencia de la oposición tanto fuera como dentro del Legislativo. En ese año, se aprobó ésta polí­tica tributaria a pesar que el presidente Colom en campaña ofreció no subir impuestos, pues argumentó que dinero habí­a y solo era necesaria una buena administración.

El mejor ejemplo de la resistencia a las iniciativas fiscales fueron movilizaciones y la obstaculización de arterias viales por los importadores de vehí­culos, que se opusieron a pagar impuestos a la primera matrí­cula de los automotores..

Tan solo el Impuesto de Solidaridad (ISO), en sustitución del Impuesto Extraordinario Temporal de los Acuerdos de Paz (Ietaap), logró filtrarse en la agenda parlamentaria hasta alcanzar su aprobación; aunque una nueva propuesta prevé elevarlo a 1.5%.

Otro ejemplo de fracaso financiero se remite a finales de noviembre de 2009; la baja convocatoria y poca persuasión de la Presidencia de la comisión de Finanzas y Moneda del Congreso de la República impidió la aprobación de un nuevo presupuesto de ingresos y egresos del Estado.

No obstante, algunos analistas consideran que ésta no fue una derrota de la comisión de Finanzas del Congreso, sino una estrategia planeada por el Ejecutivo para quedar con presupuesto del ejercicio anterior y con ello, poder presionar con la reforma de impuestos para financiar un presupuesto que al dí­a de hoy está desfinanciado.

DESFINANCIADO

El presupuesto de 2010 llegó desfinanciado, porque a lo largo del año anterior «penosamente» y con grandes esfuerzos fueron llegando una serie de nuevos préstamos hasta convertir las cifras en lo que hoy tiene apuntado el Gobierno como «desfinanciamiento».

El presupuesto estatal original 2010 presentado por el Organismo Ejecutivo a través del ministerio de Finanzas fue por una cifra de casi Q48 millardos, sin embargo el rechazo y una visión «realista» del Ejecutivo lo redujo a Q43 millardos.

Lo que quedó presupuestado en el 2009, luego de los reajustes aprobados en el pleno, cayó de los Q50 mil hasta los Q43 mil millones, de ahí­ su agujero de Q7 mil millones.

TIEMPO, FUERZA, DIVISIí“N

Anibal Garcí­a, diputado independiente, ve abiertas las puertas de un año preelectoral que podrí­a marcar aún más el distanciamiento polí­tico y que además podrí­a afectar las decisiones en el pleno sobre materia fiscal, al regresar en julio.

«Vamos a encontrar a un Congreso todaví­a más dividido porque ya todos los polí­ticos tradicionales van a ubicarse en el partido polí­tico en el cual van a intentar la reelección, entonces esto nos pinta un panorama gris, si no negro, para un ajuste fiscal», analiza.

Para Garcí­a, el Organismo Ejecutivo tiene mejores herramientas para reajustar el desfinanciamiento presupuestario; entre ellos, la eliminación del uso de fideicomisos y ONG; pedir a los diputados oficiales que apoyen la aprobación de la Ley Contra el Enriquecimiento Ilí­cito.

Ovidio Monzón, subjefe de la bancada UNE, espera que a partir de este dí­a, para tener éxito en la aprobación de los ajustes fiscales se consideren las reformas a la ley de Régimen Interior.

A partir de modificar la ley, los diputados evitarí­an que las interpelaciones extendidas se convirtieran en las excusas y los contratiempos que han impedido la aprobación del ajuste fiscal.

Así­, «de una manera más expedita se pudieran aprobar algunas de las leyes que también necesitamos, como serí­a la de los bonos; que ahí­ hay una o dos bancadas que dicen que se opondrí­an», comenta Monzón.

Manuel Barquí­n, subjefe de la Gana, considera que con las tácticas dilatorias dentro del pleno la oposición lo único que está logrando es el atraso del paí­s.

RECHAZO DE EMPRESARIOS

A la situación del Congreso, se una el llamado de los empresarios del paí­s quienes solicitan que no se apruebe la reforma de impuestos y anuncian acciones legales en contra de la emisión de bonos.

Los empresarios argumentan que no dejarán las mesas de dialogo porque ellos fuera negar toda posibilidad de acuerdo, pero argumentan que el Gobierno no ha cumplido con los mí­nimos acuerdos alcanzados y con ello ponen en riesgo la gobernabilidad del paí­s.

En los dí­as venideros se definirá el tono y los términos de las negociaciones entre el sector privado y el Gobierno, pues éste último ha argumentado que no negociará bajo la presión de ningún grupo.

TRANSPARENCIA

Miembros del Congreso de la República, empresarios y grupos de la sociedad civil, argumentan que son transparencia y rendición de cuentas, es imposible hablar de una reforma de impuestos.

Además, estiman que para que las modificaciones en el tema tributario tengan posibilidad, se debe realizar una reforma tributaria que incluya más medidas que la modificación de tasas tributarias, pues de lo contrario se caerí­a en los mismos paquetazos fiscales que poco han ayudado al paí­s, argumentan.

«Ordenar austeridad en los viajes, en los gastos, enfrentar radicalmente el cobro de comisiones en la administración pública, esas serí­an las medidas que él podrí­a tomar; pero como su gobierno se ha caracterizado por la corrupción».

Aní­bal Garcí­a

Diputado independiente

«El presidente Colom ha sabido llevar muy bien el diálogo en este tema y no confrontar a la ciudadaní­a, los empresarios y el Gobierno».

Ovidio Monzón,

Diputado UNE