Transfuguismo polí­tico en ascenso


Como si fueran veletas que las mueve la fuerza del viento, diputados de la mayorí­a de bloques parlamentarios han cambiado de organización polí­tica por intereses personales y polí­ticos.

El transfuguismo, de acuerdo a lo que establece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua y otras enciclopedias, se refiere a un sujeto que pasa de una ideologí­a o colectividad a otra, el término es aplicable en la milicia cuando un individuo en época de conflicto pasa de un bando a otro. Normalmente el transfuguismo tiene lugar por motivos ilegales, inconfesables y socialmente inaceptables más que ideológicos. La acusación de transfuguismo suele ser usada en los casos de escisiones y cismas en los partidos polí­ticos, existiendo, además, el señalamiento de «traidor» que es aplicable en ambos casos, sin escapar lo religioso.


En Guatemala, al igual que en paí­ses desarrollados como España, Reino Unido y más acentuado en paí­ses de Sudamérica, como Brasil, Perú, Chile, Colombia, y esencialmente en México y América Central, el transfuguismo, deserción o separación de las organizaciones polí­ticas es más común y frecuente.

En Brasil, como ejemplo, decidieron poner fin a esa costumbre. El 5 de octubre de 2007, el Supremo Tribunal reformó la Ley Electoral para dar paso a lo que llamaron «fidelidad partidista», determinando que el mandato obtenido por un diputado en las urnas debí­a pertenecer al partido y no al individuo. Esta resolución fue confirmada por el Tribunal Superior Electoral, obligando a todos los polí­ticos electos a cargos de representación popular a mantenerse fieles a los partidos que los postularon.

En Colombia, para evitar el transfuguismo, el Congreso de la República, el 22 de julio de 2005, decreta la «Ley de Bancadas», bajo la cual el retiro voluntario de un miembro de una organización polí­tica se le aplica el «Incumplimiento del deber de constituir bancada» y como tal podrá sancionarse como una violación al «Régimen de Bancada» en los términos que marque en su momento la Constitución y la Ley.

En la República Dominicana, desde el 24 de agosto de 2008, el Partido Revolucionario Dominicano trabaja en la redacción de una iniciativa de «Ley de Transparencia Plena», la cual consiste en buscar la igualdad a los actores polí­ticos, otorgando los cargos de elección a los partidos y no a las personas, de tal forma que el compromiso entre el electorado y las entidades polí­ticas se verí­a reforzado, pues el tránsfuga perderí­a su escaño.

El transfuguismo en Guatemala

A partir de la restauración de la democracia en Guatemala, la deserción o transfuguismo polí­tico en el Congreso de la República ha sido una constante. En 1988, la bancada de diputados de la Democracia Cristiana Guatemalteca, en ese entonces el bloque legislativo mayoritario, se vio fraccionada ante la renuncia de uno de sus principales lí­deres, René de León y la facción que lo apoyaba. Desde entonces, en los periodos sucesivos continúa esta práctica que ha tocado las puertas a organizaciones como Unión del Centro Nacional, Partido de Avanzada Nacional, Movimiento de Acción Solidaria, MAS, Frente Republicano Guatemalteco e incluso al hoy partido de Gobierno, Unidad Nacional de la Esperanza.

Los movimientos partidarios se acentuaron este año, a partir de los primeros meses de la presente legislatura, cuando renuncia casi un tercio de los diputados de la Gran Alianza Nacional, GANA, bloque que gobernó en el periodo anterior, y que en esta nueva legislatura llevó al Congreso a 37 diputados de los cuales 13 pasaron a conformar la Bancada Guatemala, ante las desavenencias con su máxima dirigencia.

Igualmente ha pasado en otros bloques polí­ticos como Encuentro por Guatemala al que renunciaron los diputados Armando Sánchez, Aní­bal Garcí­a y Otilia Lux de Cotí­ por desavenencias con Nineth Montenegro. La representante Lux ha empezado a representar, dentro del Congreso, a Winaq, movimiento polí­tico que está a punto de convertirse en partido polí­tico.

El mismo fenómeno ocurrió con la bancada de Centro de Acción Social, CASA, dos de cinco miembros, Javier Hernández Ovalle y Sonia Argentina Segura, decidieron dejar esas filas para declararse independientes, aunque se sabe extraoficialmente que están en pláticas con la GANA, el primero y la segunda con la UNE. Otro caso es el del PAN, cuya bancada la integraban tres representantes, pero ante la renuncia a la organización que presentara el ex presidente del Legislativo, Rubén Darí­o Morales Véliz, se queda con dos.

La UNE, que hace un año -mediante el voto popular- logró el respaldo polí­tico que le permitió conformar una bancada de 51 diputados, ha sufrido 2 bajas, siendo el ex presidente del Congreso, Eduardo Meyer, quien enfrenta un proceso penal por el escándalo de los Q82.8 millones invertidos en bolsa de valores, MDF, y í“scar Armando Quintanilla, hermano del destituido jefe de la Secretarí­a de Asuntos Administrativos y de Seguridad, SAAS, Carlos Quintanilla, supuestamente involucrado en el espionaje presidencial.

El Partido Patriota no se queda atrás ya que de 29 diputados que llegaron al Congreso inicialmente, tuvo que restar cuatro miembros: Aní­bal Augusto Salguero y Salguero, propietario de una empresa de transportes extraurbanos, involucrado en el caso del «Busazo» donde perdieron la vida medio centenar de pasajeros. Igualmente renunciaron a este partido los 3 miembros de la familia Rivera, Edgar Abraham y sus hijos Edgar Abraham y Juan Carlos Rivera Estévez. El Patriota, en estos momentos suma 25 diputados.

En el caso de Unión Democrática, UD, que solamente obtuvo una curul, el diputado Edwin Armando Martí­nez Herrera debió solicitar permiso para ausentarse, asumió su curul Graciela Emilenne Mazariegos. En esta legislatura, el FRG, la Unión del Cambio Nacionalista, UCN, el Partido Unionista y la URNG.

La diversidad polí­tica y la gama de principios ideológicos, han sido vistos desde una perspectiva de principios y valores, por lo que las opiniones al respecto han sido muchas y variadas, drásticas y benévolas al mismo tiempo, pero en la mayorí­a de los casos exigen que se regule la participación de quienes han obtenido algún puesto en el Estado o un escaño en el Legislativo.

Cambio de «camiseta» es preocupante

Para diversos actores polí­ticos, analistas y sectores de la sociedad civil, la deserción en los partidos polí­ticos obedece a falta de liderazgo, intolerancia y falta de nacionalismo. «Cambiarse de camiseta o pasarse de un partido a otro sólo demuestra debilitamiento polí­tico y eso es preocupante», señala el analista, Gustavo Berganza.

Explicó que el transfuguismo debilita el sistema de las organizaciones de derecho público y demuestra una vez más que quienes cuentan con puestos claves a lo interno, no están muy comprometidos con los principios ideológicos de los partidos que los acogieron en su seno.

Para evitar o erradicar esta práctica, lo que se debe hacer es modificar la Constitución, la Ley Electoral y de Partidos Polí­ticos y la Ley Orgánica del Congreso de la República en el sentido de regular la participación de aquellos funcionarios o dignatarios que se separan de los partidos que los llevaron a ocupar un escaño, de lo contrario se continuará con esta actitud», declaró Gustavo Berganza.

Transfuguismo refleja falta de identidad polí­tica


En 1986 la Democracia Cristiana ascendió al poder, Vinicio Cerezo fue electo Presidente de la República; a mediados del mandato, la bancada de la DCG, con mayorí­a absoluta en el Congreso, rompió relaciones con el mandatario y el partido y casi el 25 % de los diputados renunciaron a la organización, formando otro bloque que más adelante se convirtió en partido polí­tico. Desde entonces se han venido dando casos de separación de parlamentarios que por una u otra razón se han alejado de sus filas declarándose independientes o bien aglutinándose en otros partidos.

El ex presidente de la República, Vinicio Cerezo Arévalo señala que las renuncias de diputados y dirigentes polí­ticos se está volviendo una costumbre hoy, debido a la falta de liderazgo, identidad y una ideologí­a bien cimentada, por un lado y por el otro, por intereses particulares. Para lograr controlar esos efectos polí­ticos se deben reformar la Constitución, la Ley Electoral y la Ley Orgánica del Congreso, como se ha hecho en otros paí­ses mas desarrollados polí­ticamente, señaló.

Mientras tanto, el dirigente del Centro de Acción Social, CASA, Mario Mazariegos, que en su momento perteneció a Unión del Centro Nacional, UCN, dijo que la renuncia de diputados, alcaldes, concejales o sí­ndicos municipales se ha vuelto una costumbre que se hace un tanto difí­cil erradicar, a menos que se legisle en ese sentido. A CASA renunciaron dos diputados por inconformidad en las decisiones de la máxima dirigencia, eso nos demuestra una cultura negativa de participación en las organizaciones de derecho público; además, el mismo sistema lo permite, agregó. El parlamentario dijo que se hace necesario regular estas situaciones, resaltó Mazariegos.

Entre dignos e indignos

Una organización que, supuestamente iba a reforzarse tras haber gobernado el paí­s, la Gran Alianza Nacional que llevó a la Presidencia a í“scar Berger, se partió entre los llamados «dignos e indignos». Trece diputados «dignos» conformaron la Bancada Guatemala y se quedaron 24 «indignos» en la GANA.

Jaime Martí­nez Loaiza, jefe de la bancada GANA, fue alcalde en dos periodos y llegó al Congreso como diputado por el Partido de Avanzada Nacional, PAN, organización que dejó después de varios años, quedándose finalmente en la GANA. Para Martí­nez Loaiza, «la deserción polí­tica es difí­cil de comentar, pero en gran medida se debe a la ausencia del máximo lí­der, como ocurrió en su caso personal. Sin embargo, dijo, hay que tomar en cuenta otros factores como la inconformidad, falta de organización e incluso egoí­smos partidarios, además de saber seleccionar a sus candidatos, en fin, son tantos los casos que se dan en un sistema democrático que lo mejor es reformar la ley», agregó.

Para Nineth Montenegro, el fenómeno se debe a intereses individuales o sectoriales, debilidad institucional de la cual se aprovechan algunos para andar de salto en salto. «No hay mí­stica de servicio, ni ética, ni visión de nación, por lo tanto, se puede ver, incluso, que el modelo de partidos polí­ticos ha llegado a un punto de colapso y agotamiento, debiendo propiciarse una reforma integral al sistema, a la Constitución de la República, Ley Electoral y la misma Ley Orgánica del Legislativo, separando de su curul a todo diputado que renuncie a su partido, como lo están haciendo en paí­ses de América Latina», concluyó la diputada Montenegro.

Hay que modificar la ley

Los dirigentes que se han visto afectados con las renuncias de sus diputados, han coincidido en manifestar su preocupación al respecto, porque eso demuestra la falta de ideologí­a, identidad, ética e irrespeto a sus electores, pero lo más importante, la ausencia de liderazgo polí­tico.

En Guatemala abundan los partidos polí­ticos con dirigentes pero sin liderazgo, siendo protagonistas aquellos que se han mantenido disciplinados, firmes y fieles a sus lí­deres y estrategas, que no se han derrumbado ante la adversidad, por el contrario, se han preparado para unificar, proponer, consensuar y fortalecer el sistema democrático.

Así­ llegaron al Congreso de la República

En las elecciones generales realizadas el 9 de septiembre del 2007, participaron 21 partidos polí­ticos, de los cuales solamente 11 lograron obtener representaciones en el Congreso de la República, siendo ellos:

Unidad Nacional de la Esperanza, UNE…??????????51 diputados

Gran Alianza Nacional, GANA??????????????.37

Partido Patriota, P.P?????????????????? 29?.

Frente Republicano Guatemalteco, FRG??????????. 14?…

Partido Unionista, P.U?????????????????? 7?.

Unión del Cambio Nacionalista, U.C.N???????????. 5?…

Centro de Acción Social, CASA?????????????? 5

Encuentro por Guatemala, E.G??????????????. 4

Partido de Avanzada Nacional, PAN???????????? 3

Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG????.. 2

Unión Democrática, UD????????????????..1

TOTAL:?????????????????????. 158