Tránsfugas políticos, ¿traidores a su partido?


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La RESPONSABILIDAD de ser representante de las grandes mayorías de personas que habitan el país, en el caso de ser electo, trae consigo el DEBER de hacer o realizar el trabajo que consiga el bienestar de quienes les eligieron.

Fernando Mollinedo C.
mocajofer@gmail.com


En otras palabras, utilizar las herramientas legales para la consecución del desarrollo social planteado por medio de las plataformas ideológicas propuestas en las campañas electorales; lo cual los OBLIGA moralmente a cumplirlas.
SIN EMBARGO, en la política criolla, vemos la facilidad con que los políticos se cambian de partido, no importando que sean de un pensamiento social contrario al suyo original; el interés de realizar dicho cambio obedece a la búsqueda de mayores o mejores cuotas de poder a corto, mediano o largo plazo; dependiendo de las circunstancias económicas que les ofrezcan las otras agrupaciones políticas que los “acogen”.

El tránsfuga es una denominación atribuida en política a aquellos representantes que, traicionando a sus compañeros de lista o de grupo, pactan con otras fuerzas políticas para cambiar o mantener la mayoría gobernante, o bien dificultar o hacer difícil el gobierno de la entidad.

Algunos se declaran independientes, otros emigran en grupo abandonando el criterio fijado por las formaciones políticas que representan, SIN EMBARGO… como en Guatemala no hay una legislación que castigue, multe o discipline a los tránsfugas políticos, esta acción se ha convertido en un mercado donde la oferta y la demanda se hace al mejor postor  a las políticos más necesitados de aumentar de forma fácil e inmediata su capital económico o el apoyo del partido gobernante para evadir investigaciones criminales en su contra. 

En otras palabras, se compran y se venden votos en el parlamento y en los cuerpos colegiados, lo cual trae como medida irreversible, el SOMETIMIENTO a intereses económicos de los financistas de campaña, sean estos particulares o bien empresas transnacionales. TRÁNSFUGA es el adjetivo calificativo que se aplica a quien lo hace, como sinónimo de TRAIDOR  pero  otros lo ven como un resurgimiento político, incluso casi como un converso al igual que en el ámbito religioso.
     
      En Brasil, en el año 2007 el Supremo Tribunal de ese país emitió fallo  contra el transfuguismo, determinando que el mandato obtenido por un diputado en las urnas  pertenece al partido y no al individuo, estableciendo el concepto de «fidelidad partidista».  El Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE) falló a favor obligando a todos los políticos electos a cargos de representación popular a mantenerse fieles a los partidos que los postularon, dando por terminada la secular práctica del transfuguismo.

En Guatemala, dan asco civil quienes por dinero se venden y se compran; ayer varios alcaldes de diferentes partidos que los llevaron al cargo, se declararon miembros del partido gobernante; lo cual implica una TRAICIÓN a la ideología de los votantes que les dieron el mandato para realizar la plataforma ideológica de su partido.