Llegamos al mayor descanso anual para los guatemaltecos y a partir de hoy entramos en un período de verdadero remanso en el que nos dedicamos al descanso que igual puede ser de retiro espiritual por la fiesta de la Pasión de Jesús o de vacaciones en playas y lugares de recreo. El mundo, mientras tanto, continúa su marcha y ni las oportunidades ni los problemas se detienen, sino que simplemente, en el caso de nuestro país, se postergan por cuatro días.
La Semana Santa constituye una de las tradiciones más importantes del país y debiera ser uno de los grandes atractivos para el turismo extranjero por las peculiaridades que ofrecen nuestras celebraciones religiosas, aunque hemos fallado seriamente en cuanto a captar visitantes porque no tenemos realmente una infraestructura que nos ofrezca la oportunidad de ser uno de los principales destinos turísticos. Es un hecho que países con menos tradiciones, con menos atractivos naturales que el nuestro, se han sabido promocionar como lugares verdaderamente atractivos para el turista que busca tanto lugares donde puedan apreciar la naturaleza como costumbres culturales y religiosas de las que ofrece tanto nuestro país.
En eso tiene mucho que ver que carecemos de una política de desarrollo turístico digna de tal nombre, puesto que ni en el sector público ni en el sector privado hemos logrado posicionarnos por diversas razones. La violencia y la inseguridad siguen siendo un factor que pesa mucho para evitar que la gente de afuera piense en visitar Guatemala, pero además es un hecho que nos falta sentido de la atención y trato para los visitantes de manera que se sientan cautivados por un lugar con las bellezas de nuestro país. La forma en que generalmente se trata de esquilmar a los pocos visitantes que vienen es algo que comentan mucho los extranjeros que conocen Guatemala, porque sienten que desde el taxista que les transporta hasta el hotelero que les alberga, generalmente andan viendo la forma en que le pueden sacar más plata a cambio de ofertas más bien rudimentarias.
Países como Costa Rica han logrado ser un destino turístico extraordinario al que especialmente los turistas europeos y norteamericanos buscan precisamente, porque se les hace sentir bien, se les trata con aprecio que les invitan a volver. Aparte de ello carecemos de facilidades, empezando por los precios de las tarifas de boletos aéreos, que nos permitan competir con los otros lugares a donde, desde lugares más lejanos, se puede llegar por menos precio.
Ojalá que nuestras autoridades entiendan la importancia de promover seriamente el turismo y que dejen de querer hacer negocio con las promociones contratando a quien paga más comisión en vez de hacerlo con quien ofrezca mejor calidad. Guatemala, como lo vemos y sentimos hoy, es un lugar que tiene todo, pero nos falta el toque final para lograr el éxito.
Minutero:
Que encontremos paz y remanso
en esta corta vacación
aprovechando el descanso
actuando con precaución