Tragedia en el relleno sanitario


Fue incansable la labor de rescate para encontrar los cuerpos de las ví­ctimas.

Al cierre de esta edición, ocho eran los muertos, varios heridos y otra cantidad de desparecidos como saldo preliminar no oficial, que causó un deslave de miles de toneladas de basura en el relleno sanitario, lugar conocido como El Pantano, patio número 5, sitio prohibido para ingresar los usuarios, localizado en la zona 3 de la capital.

Gabriel Herrera
lahora@lahora.com.gt

El acceso y salida en el lugar de la tragedia es difí­cil y peligroso.La solidaridad de otros guajeros en la búsqueda de las ví­ctimas fue intensa.

A las ocho de la mañana hubo un enorme desprendimiento de terreno de casi cien metros de ancho y 25 de altura, que empujó la basura y lodo sobre la cual trabajaban más de 25 personas, entre guajeros, mineros y recicladores, comentaron personas que laboran diariamente en ese basurero.

Según testimonios de personas que se ganan la vida con la basura, indicaron que se vio que mujeres, hombres y niños eran envueltos por el lodo y desechos y luego se deslizó el desprendimiento hacia el rí­o de agua servida que corre al fondo del basurero.

Más de cien bomberos Voluntarios y Municipales con 25 unidades de socorro llegaron para trabajar en el auxilio coordinado en el área. Recorrieron dos kilómetros en la ribera del rí­o de aguas servidas para iniciar el rescate, abajo localizaron los primeros cuerpos de dos hombres y una adolescente de 16 años de edad con vida, identificada como Juana Cecilia Ventura Ventura quien fue traslada al hospital San Juan de Dios.

Desde una distancia de más de dos kilómetros más de 25 guajeros y bomberos arrastraron con una soga, la camilla de metal con la que lograron rescatar un cadáver. Sortearon el terreno pantanoso, con lodo, agua sucia y basura por una ladera y luego hacia arriba donde estuvo improvisada una morgue, en la que empezó a trabajar el Ministerio Público.

El Ejército de Guatemala envió una cuadrilla de rescatistas con palas y piochas, se pusieron a la orden para apoyar a los voluntarios en las labores de búsqueda.

En el Hospital Roosevelt fueron ingresados Teodoro Soc, de 41 años de edad; y sus hijos Efraí­n y Wagner Giovany Soc Yat, de 29 y 16 años respectivamente. Durante la redacción de este nota, socorristas trabajaban para llevar a la superficie otros cadáveres y heridos por el lado del Cementerio General.

El superintendente de la PMT, Amí­lcar Montejo reiteró la supuesta imprudencia de un número no determinado de personas que burlan la prohibición para ingresar al área restringida declarada de alto riesgo, donde el año anterior se hundieron dos camiones recolectores que depositaban basura.

No estamos preparados

Al lugar de la tragedia se presentó una delegación de la Procuradurí­a de Derechos Humanos, quienes al observar las labores de rescate de los bomberos, evaluaron que no cuentan con los equipos para proteger su cuerpo y las herramientas para efectuar los rescates desde profundidades o en sitios de alto riesgo como el relleno sanitario.

El dolor de familiares que lamentaron la muerte de sus seres queridos, inundó el ambiente del basurero, se informaron nombres preliminares entre ellos: Francisco Otzoy, de 10; Magdalena Curuchiche, de 53; Edwin Alfredo Velásquez, de 32; Julio Velásquez, de 19; Emilio Curuchiche, de 50; Vicente Domingo Caal Rodrí­guez, de 40 años y un hombre más, todaví­a no identificado.

Al cierre de esta edición de Diario La Hora, se anunció la suspensión de búsqueda por el agotamiento del personal de auxilio y porque la corriente de agua subió de nivel, lo que significa peligro para operar en los rescates, se informó.

Tragedias por lluvias


Los primeros cinco dí­as de esta semana, que no ha terminado, las intensas lluvias han transformado el suelo seco por un verano caliente, en terreno flojo que ha filtrado cantidades de agua que ya causaron muerte por derrumbe de dos muros, uno en la colonias Tierra Nueva II, Chinautla y en La Verbena, zona 7; Chimaltenango y Santiago Sacatepéquez. Las lluvias siguen amenazando, lo que puede hacer imposible el rescate de otras ví­ctimas en el basurero de la zona 3.