Trabajadores de GM inician huelga


Paro. Imágenes de la huelga de los Unión de Trabajadores de Autos, en las afueras de la General Motors. (AFP / La Hora)

Trabajadores de las plantas de General Motors (GM) en Estados Unidos y Canadá se declararon en huelga este lunes tras el fracaso de las negociaciones de un nuevo contrato, debido a discrepancias sobre el seguro de salud.


Miles de miembros del sindicato United Auto Workers (UAW) abandonaron las plantas fabriles portando pancartas con la leyenda «UAW en huelga», diez dí­as después de la expiración de sus contratos.

En las primeras horas de la tarde se anunció que los trabajadores de las plantas de Canadá se estaban sumando al movimiento. Una planta cerró este lunes y otras cuatro cerrarán sus puertas en los próximos dí­as, anunció el lunes el sindicato de trabajadores canadienses del automóvil (TCA).

Las negociaciones permitieron prorrogar el salario por hora desde la expiración de los contratos, el 14 de setiembre, mientras el sindicato y la empresan buscaban ponerse de acuerdo sobre el crucial tema de la atención médica.

La empresa hizo saber que estaba «decepcionada por la decisión de UAW de declarar una huelga nacional» y que continuarí­a «esforzándose por llegar a un acuerdo lo antes posible».

«La negociación implica temas complejos y difí­ciles, que afectan la seguridad laboral de la fuerza de trabajo en Estados Unidos y la viabilidad de la empresa a largo plazo», expresó GM en una declaración.

«Estamos completamente comprometidos a trabajar con el sindicato para encontrar juntos soluciones compatibles con los desafí­os competitivos que General Motors está enfrentando», manifestó en el documento.

El sindicato habí­a advertido el lunes por la mañana que irí­a a la huelga si no se llegaba a un acuerdo antes de las 11H00 locales (15H00 GMT) y los trabajadores se fueron declarando en huelga, al no recibir noticias de los sindicatos locales.

El presidente del sindicato, Ron Gettelfinger, dio a conocer una dura declaración en las primeras horas de la mañana del lunes, en la cual responsabilizó a la empresa por el fracaso de las conversaciones.

Los trabajadores continuaban dispuestos, no obstante, a seguir negociando a pesar de la huelga: «Sin la menor duda, vamos a volver si la empresa quiere reunirse con nosotros», dijo el dirigente a la prensa.

GM habí­a anunciado meses atrás su intención de reducir sus costos laborales para tornarse más competitiva ante sus rivales asiáticos.

«Desde 2003, nuestros miembros han hecho esfuerzos extraordinarios cada vez que la empresa nos planteó los problemas pendientes: la reestructuración, la reducción de personal, la quiebra de su antigua filial Delphi, el acuerdo de seguro de salud de 2005. En todos los casos, el sindicato hizo esfuerzos adicionales por alcanzar soluciones razonables», argumentó por el contrario el dirigente sindical.

La mayorí­a de los analistas habí­an considerado altamente improbable una huelga.

GM ha presionado al sindicato exigiendo concesiones muy importantes, entre ellas, establecer dos niveles de salarios y flexibilizar las condiciones para el despido de trabajadores.

Pero el escollo principal fue la propuesta de crear una caja de auxilios para beneficiar a los empleados, conocida como VEBA, que asumirí­a la entera responsabilidad por los beneficios de salud de más de 460.000 jubilados de la GM y sus familias.

Este punto, que representa unos 50.000 millones de dólares para GM, es crucial para ambas partes.

«Se está negociando desde hace varios meses y (los dirigentes de la GM) nos dijeron que los temas clave eran seguro de salud, seguro de salud y seguro de salud». Ninguno de los otros temas se acerca en importancia a esto», dijo David Cole, director del Center for Automotive Research.

Harley Shaiken, un experto en temas laborales de la Universidad de California en Berkeley, dijo que a pesar de que el sindicato aceptó la idea la caja de auxilios, los detalles de su operación son crí­ticos.

«No se trata de detalles menores», subrayó. «Es como comprar una casa: si no te puedes poner de acuerdo en los otros términos, como quién va a pagar el nuevo techo, no hay acuerdo».

Los negociadores del sindicato mantienen reservas sobre la propuesta de financiar la caja de auxilios con acciones de la empresa. «Desde el punto de vista del sindicato, la idea de constituir un fondo con acciones en el mundo post-Enron no funciona», dijo Gettelfinger.

Sin embargo, Cole dijo que el empleo de acciones de la compañí­a para financiar la caja de auxilios podrí­a funcionar en beneficio del sindicato y ayudar a aliviar la carga de GM y de sus rivales estadounidenses Ford y Chrysler, que juntas perdieron 25.000 millones de dólares desde el comienzo de 2005.

«Serí­a algo transparente, sin ninguna de las chicanas que caracterizaron a Enron,» aseguró Cole.