Totalmente de acuerdo


«No es porque las cosas son difí­ciles que no nos atrevemos; es porque no nos atrevemos que son difí­ciles».

Séneca

Carlos E. Wer

Durante años empecé a conocer los lazos que fueran estrechándose entre las polí­ticas estadounidenses con el actual vicepresidente, escribí­ sobre ellos y cómo su figura se iba perfilando como «hombre de confianza» de ellos. Le seguí­ los pasos en Perú, cuando participara de la «cuadriga» implementada para expulsar a Fujimori, quien ya era molesto para los intereses oligárquicos nacionales y extranjeros de ese paí­s. Cuadriga conformada por el Embajador estadounidense John Hamilton, el representante de los intereses nacionales y futuro presidente (al triunfo del complot), Valentí­n Paniagua; el en ese momento Observador de la OEA Eduardo Stein y la ONG una de las predilectas de George Soros «Transparencia Internacional».

Más tarde los intereses estadounidenses y los personales del megaespeculador Soros decidieron que su peón deberí­a jugar un papel principal en su tierra natal. La misma cuadriga pondrí­a aquí­ las cosas en orden. Hamilton fue trasladado a Guatemala y arregló el que su pupilo fuera nombrado candidato a Vicepresidente. En su auxilio Paniagua fue nombrado observador de la OEA y el lugar de Transparencia Internacional lo ocupó su «clon» Acción Ciudadana. El tamal arreglado y Guatemala celebró el ascenso de su «hombre de izquierda», convertido en el «hombre de la Embajada» y paladí­n de los intereses de su paisano, quien ya posee minas de oro en Sur América.

Hago esta breve relación histórica para darle mayor fuerza a las declaraciones que expresara el señor Stein, publicadas en La Prensa Libre de dí­a de ayer (29 de Octubre). «Si no hacemos algo dramático, estamos expuestos a convertirnos en un narco-estado». Y por primera vez en varios años estoy totalmente de acuerdo con él: Nuestra Patria necesita con urgencia cambios dramáticos en su dirección. Acuerdo que solamente alcanza esa primera aseveración, ya que al continuar con las declaraciones, se vuelve a colocar en la posición de portavoz de las polí­ticas de defensa nacidas de Washington.

Lo dramático que debe hacerse es la revolución. Es volver al cause que el paí­s habí­a emprendido antes de la intervención estadounidense de 1954. ¡No hay otro camino! Los caminos que nos han obligado a transitar 53 años han servido para profundizar los problemas que aquejan a la mayorí­a de su población. Han servido para devolver con creces los beneficios de la riqueza del paí­s a las familias, que privilegiadas, han mantenido una permanente explotación de nuestro paí­s y sus riquezas.

Lo dramático será devolver la propiedad de esas riquezas a su verdadero dueño. Es devolver la posibilidad de emplear la potencialidad de generación de energí­a necesaria para el desarrollo a su más apropiado administrador: el Estado. Es devolver la legislación que protege los intereses nacionales a su pueblo. Devolver el acceso a salud y educación. Es devolvernos la dignidad que se perdiera en 1954 al aceptar la invasión-intervención que mantiene aún hoy, en forma fí­sica, las tropas estadounidenses que protegen los recursos que su paí­s necesita para mantener su desarrollo y su poder sobre nuestros paí­ses.

Es también protegernos de los poderes generados de la droga, generados de la misma forma en que provocaran las dos «Guerras del Opio». Es devolver al pueblo su poder de decisión sobre su futuro y eso, señor Stein, solamente es posible mediante la revolución. Lo dramático será, pues, la acción de un pueblo que pide le sea devuelto el derecho a escoger su futuro.