Torturas y asesinatos en Villa Nueva: ¿casos aislados o hechos planificados?


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De forma inusual y consecuente se hallaron los cuerpos de cinco hombres –con señales de tortura– en diferentes locaciones de Villa Nueva, el segundo municipio más violento de Guatemala. El denominador común es la violencia extrema: manos atadas, ojos vendados, extremidades y dientes quebrados, golpes en el cuerpo y el tiro de gracia. ¿Quién hizo esto?, es la interrogante que lanzan las autoridades. ¿Son casos aislados o hechos planificados bajo una espeluznante “ley” local?

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MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

La del 16 de febrero fue más que una jornada “de rutina” para los bomberos, que a pesar de estar acostumbrados a atender diariamente decenas de emergencias que genera la inseguridad, no encuentran con frecuencia casos que despierten tantas dudas e intrigas sobre el origen y los objetivos de los grupos criminales, como los que se registran últimamente en Villa Nueva.

Esa madrugada, fría y silenciosa,  parecía ser la promulgación de una despiadada y extraoficial ley local, muy posiblemente relacionada con una serie de sucesos extremadamente violentos que a la fecha deja más preguntas que respuestas en las autoridades.

Los hallazgos previos y los de ese día simulaban ser las piezas del rompecabezas, que de una u otra forma se ajustaban y complementaban entre sí. La figura todavía no es visible, pero poco a poco va tomando forma.

¿UNA LEY?

“Nueva ley de extorsionadores y pandilleros, pendiente Edgar Elías, alias el enano”, rezaba el texto en una nota que los socorristas encontraron ese día junto a los cadáveres de dos hombres, quienes posteriormente fueron identificados como William José Jiménez Orellana, de 23 años y Estuardo Gómez Orellana, de 20.

Las informaciones recopiladas en los reportes del suceso dan cuenta que las víctimas se dedicaban a la herrería y vivían en un sector cercano al lugar donde encontraron sus cuerpos.

Según fuentes locales, un día antes del crimen –el 15 de febrero– los fallecidos recibieron una llamada telefónica, de un supuesto cliente, que les pedía encontrarse en el camino de terracería que conduce del Cementerio de Bárcenas a la colonia Monte Los Olivos, en la zona 3 de Villa Nueva, pues se les cancelaría el pago de un trabajo ya realizado.

Todo apunta a que entonces los jóvenes fueron blanco de una trampa, pues sus cadáveres se encontraron un día después, precisamente en el lugar que los citaron; estaban atados de las manos, con una venda en los ojos y una media femenina en la cabeza, tenían señales de tortura en sus cuerpos y la marca de un balazo en la cabeza.

¿Fue un hecho aislado? No se sabe con precisión, pero ese crimen tiene elementos similares a otros que se reportaron en la misma localidad.

¿SUCESOS RELACIONADOS?

El caso de William y Estuardo fue solo uno de varios capítulos de violencia registrados en Villa Nueva entre el 4 y el 16 de febrero.  Otros sucesos podrían estar relacionados, pero las autoridades no confirman plenamente su vinculación.

La Fiscalía de Villa Nueva identificó el 5 de febrero, en el Campo Ulises Rojas de la zona 3 de Villa Nueva, el cuerpo de Edgar Manolo Búcaro Álvarez, de 27 años, quien fue encontrado con un tiro en la frente, hematomas en el abdomen y una bolsa plástica en la cabeza.

Las autoridades indicaron que en la escena del crimen se hallaron evidencias de neumáticos, como si un vehículo hubiese pasado por el lugar.

De acuerdo con las investigaciones, la víctima no vivía en Villa Nueva; era residente de la colonia El Milagro, en la zona 6 de Mixco, en donde se registran altos índices de criminalidad.

Por versiones de familiares y amigos se conoce que Búcaro Álvarez se dedicaba a la compraventa de vehículos, asistía a la universidad y uno de sus pasatiempos favoritos era ejercitarse en el gimnasio.

La última vez que se supo de él fue el 3 de febrero –dos días antes de su muerte–, cuando le dijo a unos de sus mejores amigos que tenía previsto ir a Amatitlán de paseo “con cinco amigas”, según un informe de la Fiscalía al que La Hora tuvo acceso.

Al parecer, pretendía llamar la atención de sus conocidos con ese anuncio, pues invitó a su amigo –que relató esta versión al Ministerio Público (MP)– para convencerlo de que viajara con él, pero este no accedió a su propuesta argumentando que “ese día no tenía deseos de pasear”.

El MP continúa en la fase de entrevistas e individualización de quienes viajaron con el occiso.

SIN 17 AÑOS

Kevin Estuardo Cortez Reyes, de 16 años, trabajaba en una chatarrera de Ciudad Peronia, según sus familiares y conocidos. El pasado 7 de febrero habría cumplido 17 años, pero desapareció unos días antes.

Sheny Reyes, madre del joven, recuerda que su hijo le hacía preguntas como ¿Cuándo es mi cumpleaños? ¿Qué día es hoy? ¿Cuándo va a ser domingo? “Se perdía en el tiempo”, justifica.

La entrevistada califica a su hijo como un “niño” y dice ente sollozos que “los Q30 que ganaba en la chatarrera los usaba para comprar peces de colores; se esmeraba por cuidarlos”.

El adolescente fue visto por última vez el 2 de febrero –tres días antes de su asesinato–, cuando llegó a su vivienda luego de su jornada laboral, y antes de salir nuevamente le dijo a su hermana menor que no lo esperaran porque no llegaría a dormir.

Ni la Fiscalía ni la madre del niño entienden las razones por las que Kevin fue encontrado después con quebraduras en un brazo y en los dientes, con un trapo en la boca, con golpes en el estómago y degollado. “No era ladrón, y no tenía antecedentes delictivos”, dicen.

Las autoridades reconocen que en este sector operan varias estructuras delictivas, que buscan captar a menores de edad para cometer actos ilícitos; no se descarta que el crimen provenga de esas estructuras, que pretenden o involucran a menores de edad, pero hasta ahora no pueden confirmar esa información.

En este caso, están previstas varias entrevistas con personas del entorno de Kevin, principalmente de su trabajo, para conocer más detalles de la vida del joven y del día de su desaparición.

Los vecinos del sector ayudaron a la madre del menor para que lo sepultara en el Cementerio General, donde según ella pagó unos Q2 mil 500 para cumplir con todos los trámites. Los residentes de Peronia ofrecieron el servicio de bus para solidarizarse con Sheny, que hoy lamenta la pérdida de su hijo.

SIN IDENTIFICACIÓN

El 4 y 5 de febrero fue un fin de semana “violento” en el país. Entre los sucesos que reportaron las autoridades destaca un hallazgo en Villa Nueva que parece estar en la misma línea de los hechos antes mencionados.

Los socorristas encontraron el cuerpo de un hombre en el kilómetro 27, en el lugar que se conoce como “Vuelta Al Zope”, en Bárcenas.  La víctima tenía las manos atadas por la espalda y una herida de arma en la frente.

Se intentó conocer más detalles sobre la identidad de la persona fallecida y pormenores de su muerte, pero aún no es posible, pues el curso de las indagaciones continúa.

INVESTIGACIONES

Las investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC) indican que los grupos dedicados a cometer crímenes con señales de tortura, están integrados regularmente por unas diez personas, que minuciosamente se toman el tiempo para amarrar a las víctimas –en algunos casos golpearlas–, taparle los ojos, ponerles bolsas plásticas o medias en el rostro, y finalmente darle el tiro de gracia.

Las pesquisas señalan que los torturadores no siempre son expertos –pueden estar en proceso de adiestramiento–, pues esa es la razón por la que disparan más de una vez en la cabeza de su víctima.

Cuando se identifica que la persona muerta tiene solo un tiro, es porque los asesinos son personas con experiencia para matar, conocen el uso de las armas.

El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, indicó en declaraciones recientes, que hay una línea de investigación trazada, para determinar quiénes cometieron estos crímenes en Villa Nueva, y por qué todas muestran un patrón de violencia similar.

Por su lado, Edwin Escobar, alcalde de Villa Nueva, dice que mantiene comunicación con López Bonilla, para restablecer la seguridad en este municipio, aunado a las acciones que busca implementar por su cuenta (Lea el recuadro con la entrevista completa al jefe edil).

La Fiscalía de Villa Nueva continúa investigando para esclarecer las muertes, que tienen un solo escenario, un patrón de violencia similar y muchas interrogantes.

“…usted mira Villa Nueva está limpia, con las banquetas pintadas, el parque con internet con cámaras con lámparas, estoy creando espacios donde la gente se sienta segura para compartir con los vecinos…”
Edwin Escobar
Alcalde de Villa Nueva