Torrijos sigue vivo en Panamá


Omar Torrijos (D) murió misteriosamente hace 27 años.

Hace 27 años el general Omar Torrijos murió misteriosamente en un accidente aéreo, pero su figura sigue teniendo presencia en la polí­tica de Panamá.


A pesar del tiempo transcurrido no sólo el actual presidente Martí­n Torrijos añora a su padre, sino también la mayor parte de los candidatos del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que él fundó, quienes intentan proyectarse en la figura del general para ganar las elecciones internas y alcanzar la Presidencia en 2009.

El 31 de julio de 1981 un avión DeHavilland Twin Otter que trasladaba al general Torrijos desde la ciudad de Penonomé hasta Coclesito, a 200 km de la capital, se perdió misteriosamente en un dí­a de tormenta. El aparato no fue localizado hasta varios dí­as después cerca del cerro de Santa Marta.

«La admiración se debe a que Torrijos convirtió a Panamá en la capital del mundo de la lucha entre David y Goliat», dijo el analista polí­tico José Blandón, en referencia a la lucha para recuperar el Canal de Panamá que llevó el General, quien habí­a tomado el poder en un golpe militar en 1968.

«í‰l se convirtió en el sí­mbolo de la lucha anticolonial e imprimió una polí­tica que no estaba ni con la izquierda ni con la derecha, lo que le llevó a unificar las fuerzas polí­ticas para recuperar el Canal», dijo Blandón.

Que el General siga tan vigente en el PRD, según él, se debe a que «el liderazgo de Torrijos tuvo un impacto muy fuerte en la conformación de la nación, tal como la conocemos hoy».

Además de la firma de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que permitieron a Panamá recuperar la soberaní­a del Canal el 31 de diciembre de 1999 tras casi 100 años de pertenecer a Estados Unidos, el presidente de la Fundación Omar Torrijos y ex presidente del PRD, Hugo Guiraud, considera que el apoyo al general se debió a «las transformaciones que hizo en el paí­s».

«Hasta 1968 el paí­s fue gobernado por una oligarquí­a que satisfací­a fundamentalmente sus grandes intereses. Todo estaba centralizado en torno a la capital. El resto del paí­s no tení­a mayores posibilidades», dijo.

Para Guiraud, Torrijos «abrió el espacio polí­tico y participativo a los sectores marginados del paí­s», como indí­genas y campesinos, «a los que consultaba de forma directa y permanente sobre sus necesidades».

«La admiración del partido es el reconocimiento a un liderazgo que marcó una época y que transformó el paí­s en materia de educación, salud, infraestructura, vivienda y trabajo para los que nunca antes habí­an sido tenidos en cuenta», expresó.

No piensa igual el analista Edwin Cabrera, para quien el periodo torrijista se caracterizó «por el populismo y el paternalismo del Estado».

«Lo que más requerí­a Torrijos y sus militares era darle un sustento polí­tico e ideológico al golpe del 11 de octubre de 1968 y evidentemente la lucha de reivindicación de la soberaní­a lograrí­a amalgamar a distintos sectores de la sociedad», dijo Cabrera.

Para Cabrera las elecciones internas del PRD no van a ser definidas por el grado de aceptación de Torrijos, «por más que los candidatos se rasguen las vestiduras como torrijistas».

Algo parecido piensa el constitucionalista Miguel Antonio Bernal, para quien el gobierno de Torrijos «fue producto de un golpe militar donde se instauró una dictadura que produjo muertos y desaparecidos».

«La ausencia de liderazgo y la crisis de dirección que hay en el PRD contribuyen notablemente para que se siga abanicando una figura que hoy la mayorí­a de los panameños ni siquiera conoció. Ninguno de los que levanta la figura de Torrijos lo hace imbuido de un conocimiento de lo que fue su gobierno», dijo Bernal.

«Es un absurdo pretender que alguien pueda gobernar desde las tumbas», expresó.

Es que 27 años después el general sigue levantando pasiones enfrentadas, lo mismo que su misterioso accidente, que unos vinculan a la CIA y al posterior hombre fuerte de Panamá, general Manuel Antonio Noriega, y otros a un simple infortunio del destino.