«Tops» de lujo para una pasarela a favor de Haití­


Naomi Campbell y Kate Moss, las dos modelos británicas más célebres de todos los tiempos, se erigieron en protagonistas de un desfile de moda organizado en Londres con fines recaudatorios para las ví­ctimas del terremoto de Haití­. Ataviadas con sendos minivestidos estampados, piezas de la última colección que firmara el recientemente fallecido Alexander McQueen, y junto a la mejor amiga y musa del diseñador, Annabelle Neilson, la pareja de tops inauguró una pasarela de famosos en la Sommerset House, que incluyó la participación del futbolista español Cesc Fí bregas (jugador del Arsenal) y de la ex Spice Girl pelirroja Geri Halliwell.


La gala benéfica, celebrada el jueves por la noche en un recinto palaciego que orilla el rí­o Támesis, tomó el testigo a un evento similar convocado en ví­speras de la Semana de la Moda de Nueva York, la semana pasada. Ambos fueron ideados por Campbell, a sus 39 años un personaje tan volátil en sus caprichos como volcado al tiempo en diversas causas humanitarias. Por eso, Nelson Mandela la proclamó un dí­a una de sus «nietas» favoritas. La espectacular belleza de ébano -un apelativo que, si bien tópico, le hace plena justicia- logró convencer a Moss (36 años) para que accediera a su segunda comparecencia en una pasarela de los últimos seis años. Entre la variada nómina de modelos ocasionales destacaron también la cantante Shirley Bassey, voz inconfundible de las más conocidas bandas sonoras de la serie fí­lmica de James Bond, capaz de embutir su veteraní­a (73 años) en un body de Viviente Westwood. O la estrella del crí­quet inglés Andrew Flintoff, aunque en el ámbito deportivo fue Fí bregas quien se llevó el gato al agua luciendo palmito con un traje de chaqueta oscuro y camisa blanca estratégicamente desabrochada, sin aderezo de corbata. La velada contó también con la presencia de la esposa del primer ministro británico, Sarah Brown.

El desfile consiguió reunir más de 1,2 millones de euros para «las mujeres y niños, que son los seres más vulnerables a los desastres», en palabras de Campbell. Algunos le reprocharon el exceso de oropel, pero ella replicó que «la moda es universal, personal y llega a todo el mundo».