El líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que perdió las elecciones de julio pasado, se proclama hoy «presidente legítimo» de México en oposición al mandatario electo, el derechista Felipe Calderón, al que pretende afrontar por considerarlo un «usurpador».
Bajo el argumento de que se cometió un presunto fraude en los pasados comicios generales de julio, el político del Partido de la Revolución Democrática (PRD) intenta «defender los derechos» de los mexicanos a través de un «gabinete espejo» que le acompañará desde hoy en su autodenominada «presidencia legítima».
«Que no estén pensando estos reaccionarios neofascistas que van a gozar de ’manga ancha’ (margen), los vamos a tener a ’mecate’ (lazo) corto», adelantó López Obrador a sus simpatizantes, en referencia al gobierno de Calderón, quien asumirá como presidente constitucional el 1 de diciembre.
Con el acto de hoy, que se celebrará en la plaza central de la capital, el ex alcalde de la Ciudad de México, de 53 años, iniciará así una nueva campaña por todo el país, que según observadores preparará el terreno para volver a contender por la presidencia en el año 2012.
El denominado «gobierno legítimo» de López Obrador es «una forma de preparar su candidatura para las próximas elecciones y así intentar mantenerse vigente», consideró Oscar Camacho, coautor del libro «La victoria que no fue», en el que se analizan los factores que le impidieron al izquierdista llegar al poder.
Con su «gabinete», López Obrador adelantó que hará permanentemente «denuncia pública» de las acciones del presidente constitucional Felipe Calderón.
«Nos reuniremos miles, millones de personas para evitar» la privatización de recursos estratégicos que maneja el Estado mexicano, advirtió «Andrés Manuel», como le llaman familiarmente sus simpatizantes.
No obstante, López Obrador, quien responsabiliza al gobierno conservador de Vicente Fox, correligionario de Calderón, de haberle «robado la presidencia», tendrá que remontar la opinión adversa de un buen número de mexicanos que según las encuestas no simpatizan con sus nuevas acciones.
Un sondeo del diario Reforma publicado hoy asegura que el 56% de los ciudadanos del país desaprueba que el político se autoproclame «presidente legítimo», en tanto que el 61% considera que este tipo de protestas perjudican al país.
De igual forma, una encuesta de la firma GEA-ISA, dada a conocer por el diario Milenio, afirma que tres de cada cuatro mexicanos (73%) están en desacuerdo con que el ex candidato de la izquierda se haga llamar «presidente legítimo» de México, mientras que sólo dos de cada diez (22%) respaldan su autonombramiento.
En el acto de hoy se prevé que los seguidores de López Obrador le ciñan en el torso la «banda presidencial», un accesorio con los colores de la bandera que la Constitución contempla de uso exclusivo para el presidente.
Debido a que los símbolos patrios, entre los que se incluye esa banda, están regulados por una ley, el izquierdista podría hacerse acreedor a una sanción si la «banda presidencial» de López Obrador tiene las mismas especificaciones técnicas que la usada por el presidente constitucional.
La concentración en la plaza central de la capital tiene un especial simbolismo debido a que se realiza el día en el que México celebra un aniversario más de la Revolución de 1910, levantamiento armado con el que se derrotó al dictador Porfirio Díaz al iniciarse el siglo pasado.