Con respecto a una comparación que hizo el Lic. Oscar Clemente Marroquín, sobre la justicia en Guatemala y comparada con la de los Estados Unidos, me permití emitir esta opinión:
Con la vacante dejada por Obama en el senado de los Estados Unidos, se ha desatado un conflicto relacionado con el Gobernador de Illinois, al requerir prebendas a favor de él y de su familia, para favorecer el nombramiento de un nuevo senador por ese estado.
Como digo, podremos odiar al imperio, pero que diéramos nosotros por que en Guatemala reinara el imperio de la ley como reina en ese país.
Se da cuenta que el gobernador es amigo de Obama, es funcionario electo, pero eso no fue motivo de inmunidad o de impunidad.
La desgracia en Guatemala es que no podemos hacer algo parecido, pues si lo hacemos nos quedamos hasta sin presidente, un congreso desierto y más de la mitad de los jueces en la cárcel. Los partidos políticos sin dirigencia, Ministerio Público sin fiscales, ejército sin generales y quizás medio Guatemala paremos en la cárcel.
Ya que no podemos hacerlo porque al irnos para atrás, vamos encontrando lodo, por lo menos pidamos que las actuaciones de los funcionarios de los tres organismos del Estado, de ahora en adelante sean transparentes, pero no tanto que hasta desaparezcan los recursos del Estado volviéndolos invisibles.
Como me decía un amigo, si se toma una decisión radical, no se gastaría mucho en cárceles, pues sólo se tendría que construir muros alrededor de las ciudades y doble muro en el Congreso, pues allí está la fuerza de apoyo del ladronismo.
Pobre Taracena, a el no lo van a expulsar de la UNE pues pueden usarlo de payaso para la próxima campaña, ya que en la que pasó, si no hubiera sido por Meyer, Baldizón y el bufón no hubieran ganado.