Todos a descansar y a olvidar…


Llegó una de las épocas más esperadas por la población, la Semana Santa. Ahora es tiempo de olvidar las penas, sacar los ahorros y elegir destinos para ir a «descansar» por lo menos un par de dí­as a las playas, lagos, montañas u otros centros recreativos.

Fernando Mollinedo

La vida como que se para durante estos dí­as y casi todo la población vive una euforia por dejar atrás el manto oscuro que ha dejado la violencia en tan solo tres meses; es un «querer ya no saber de nada» durante algunos dí­as… Pero la vida sigue y los grandes problemas que el paí­s vive también tendrán que esperar para la aplicación de soluciones.

Toda la administración gubernamental estará gozando del asueto de Semana Santa desde el dí­a miércoles al mediodí­a; sin embargo, en algunas instituciones estatales otorgaron un permiso especial a sus empleados para gozar del asueto desde hoy, pero a cambio de descontar dos dí­as y medio del perí­odo vacacional de fin de año. Es decir, que la administración pública dejará de funcionar durante una semana (5 dí­as) y por ende, las gestiones administrativas «tendrán que esperar» hasta el dí­a lunes que se reinicen las actividades o bien, el dí­a martes de la próxima semana.

La iniciativa privada no se da esa clase de lujos, y por el contrario, en las épocas de vacaciones colectivas o asuetos generales le exigen a los empleados cumplir con un horario de trabajo más largo; sin que ello represente en realidad un incentivo extraordinarios en materia de pago de horas extras o en algunos casos de las comisiones. Es decir, que se les exige más trabajo, mas tiempo por el mismo sueldo, con la condición de que «si quiere bueno… y si no quiere pues puede presentar su renuncia». En otras palabras, esta época de descanso para unos, servirá de más trabajo para otros, lo que es igual a EXPLOTACIí“N.

Pero, las autoridades que deben velar por el bienestar del trabajador y el cumplimiento de las leyes laborales en el paí­s… estarán de vacaciones, asimismo, la famosa DIACO será imposible que supervise o controle los abusos en el aumento de precios en rubros como el hospedaje, comida y transporte público colectivo en el paí­s. Por lo tanto; aliviados estamos los guatemaltecos con esta administración pública que se preocupa en apretar el cincho a los contribuyentes para obtener más captación de impuestos, pero no se preocupa en prestarle mejores servicios.

Como un ejemplo vivo del comentario anterior, cito a los vecinos del Barrio San Antonio en la zona 6 de esta ciudad, ellos tendrán que esperar a que los trabajadores municipales y los de las empresas contratadas para realizar los trabajos de diagnóstico regresen del goce de su asueto, lo que significa alargar su presente agoní­a por el temor a ser «tragados» por otro hoyón. Ojalá que no pase desgracia alguna en estos dí­as de ASUETO.