Cada diputado en Brasil dispone de una cuota de hasta 8.000 dólares por mes para billetes aéreos, acumulable y a repartir discrecionalmente.
La gota que colmó la paciencia de la prensa fue la noticia de que el diputado Fabio Faria pagó de esta forma viajes a su ex novia, la conocida presentadora Adriane Galisteu (ex novia del tricampeón mundial de F1 Ayrton Senna) a Estados Unidos.
Galisteu viajó acompañada de su madre, también gracias al diputado Faria, que además costeó 10 vuelos a actrices y amigos para el carnaval de Natal (nordeste).
«Â¿Como conocer el mundo por cuenta de la Cámara?», tituló el sitio especializado «Congresoenfoco», que reveló que cinco de los miembros de la mesa de directores compraron 49 pasajes internacionales a cuenta del Congreso, buena parte para familiares.
«La familia es sagrada», alegó, citado por O Globo, el diputado Inocencio Oliveira, que costeó con su cuota viaje a Europa y EEUU de su esposa, hijas y nieta.
«Los parlamentarios se valen del tecnicismo «puede ser que sea inmoral, pero no es ilegal» para hacer las mayores barbaridades», denunció la comentarista política Lucia Hipólito.
Existe una cultura en el Congreso brasileño de que «los parlamentarios lo pueden hacer todo (…) y no tienen que prestar cuentas a la sociedad», dijo el especialista en finanzas públicas José Matias Pereira, citado por la ONG Contas Abertas.
Según esta ONG, en 2008 la cámara baja (513 diputados) y el Senado (81 senadores) gastaron 36 millones de dólares en billetes aéreos.
Por si fuera poco se sospecha que llegó a generarse un mercado paralelo de billetes pagados con dinero público.
Ante el escándalo, el Congreso redujo el jueves en 20% las cuotas de viajes de avión, limitándolos además a congresistas, esposas y dependientes.