Las fuerzas militares sirias atacaron hoy la sitiada ciudad de Latakia, mientras se escuchaba el fuego de ametralladoras y se elevaba a 35 el número de muertos en los cuatro días que van del asedio, dijeron lugareños y activistas.
Desde el comienzo del mes sagrado del Ramadán, el presidente Bashar Assad intensificó sus acciones de represión contra la revuelta antigubernamental que se ha prolongado cinco meses en diversas partes del país
A pesar de la condena internacional generalizada en su contra, el régimen lanzó una ofensiva con tanques, infantería y francotiradores en un intento por recuperar el control en las zonas sublevadas.
Assad ha ordenado operaciones militares contra Latakia, el baluarte opositor de Hama, la ciudad de Homs —en el centro del país— y la ciudad de Deir el-Zour, en el oriente.
Según la agencia noticiosa estatal SANA, unidades del ejército emprendieron el martes su retiro de Deir el-Zour después de que limpiaran la ciudad de «pandillas terroristas armadas» en una operación que duró varios días.
Un grupo de periodistas sirios visitaron la ciudad en un recorrido que organizó el gobierno y observaron cuando transportes blindados de personal y otros vehículos militares se retiraban.
Los soldados sirios tomaron el miércoles pasado el control de la ciudad oriental después de que la bombardearan con obuses y efectuaran numerosos arrestos. La ciudad ha sido un punto conflictivo para el gobierno.
En Latakia, la mayoría de los tiroteos del martes ocurrían en los distritos pobres de al-Ramel, al-Shaab y Ein Tamra. En al Ramel existe un campamento hacinado de refugiados palestinos en el que también viven muchos sirios de bajos ingresos.
«(Las fuerzas del gobierno) no paran de hacer arrestos. Se llevaron a la mayoría de mis amigos», dijo un lugareño que huyó el lunes hacia un sector más seguro.
Agregó que muchas personas que huyeron de al-Ramel fueron arrestadas después en Ain Tamra. «Ningún lugar es seguro», dijo la fuente, la cual solicitó el anonimato por temor a represalias.
La entidad de Naciones Unidas que asiste a los refugiados palestinos dijo que más de 5.000 de ellos abandonaron el campamento tras el bombardeo militar en la operación que dio inicio el sábado.