Tikrit llora a Saddam


Manifestaciones. Las protestas por la ejecución de Saddam Hussein fueron comunes en el mundo islámico. En Turquí­a, varios protestaron en Estambul, gritando, además, consignas antiestadounidenses.

Las autoridades iraquí­es han ordenado la apertura de una investigación para descubrir la identidad del autor del video pirata con imágenes de la ejecución de Saddam Hussein, cuyos partidarios continuaban hoy llorando la muerte del ex dictador en su feudo sunita de Tikrit.


«Se abrió una investigación para determinar quién ha filmado, con su teléfono móvil, el video de la ejecución» del ex presidente iraquí­, informó a la AFP una fuente cercana al primer ministro, Nuri al Maliki.

Las autoridades también quieren conocer el nombre de la persona -o las personas- responsables de la difusión de las imágenes en Internet.

Saddam Hussein, condenado a muerte el 5 de noviembre de 2006 por «crí­menes contra la humanidad», fue ahorcado el sábado de madrugada por las autoridades iraquí­es en un cuartel del servicio de inteligencia militar en Khadamiyah, un barrio del norte de Bagdad, de mayorí­a chií­ta.

Unas horas después, la televisión pública Iraqia difundió una secuencia sin banda sonora de unos 20 segundos, filmada por un equipo autorizado, mostrando los últimos instantes de la vida de Saddam Hussein.

Un dí­a después aparecí­a en Internet un video pirata completo de la ejecución. Sus imágenes, de calidad mediocre, muestran cómo algunos testigos gritaban el nombre del clérigo radical chií­ta Moqtada Sadr poco antes de la muerte de Saddam Hussein.

Después de la ejecución, en el video se escuchan también gritos pidiendo venganza. La investigación ordenada por el gobierno debe averiguar quiénes fueron los autores de esos gritos.

Al ser interrogado por la AFP, Nassar al Rubaie, un portavoz de Moqtada Sadr, calificó de «reacción personal» de uno de los testigos la mención del nombre de este clérigo durante la ejecución.

Estas imágenes comprometedoras para el primer ministro Maliki y la coalición chií­ta en el poder aumentaron más aún la indignación en la comunidad sunita iraquí­ y en el mundo árabe, mientras miles de iraquí­es seguí­an llorando este martes la muerte del ex presidente en su bastión de Tikrit (180 km al norte de Bagdad) y en Auja, su aldea natal donde fue sepultado.

Centenares de personas llegaron de las provincias limí­trofes para rendir homenaje al ex dictador enarbolando banderas iraquí­es y retratos, así­ como banderolas que lo proclamaban «héroe y mártir».

En cuanto a la violencia, tres personas murieron y otras siete quedaron heridas el martes en Bagdad al estallar una bomba en Kamsara, un barrio mixto donde viven numerosos cristianos, indicaron fuentes de seguridad.

Por su parte, el ejército estadounidense anunció que habí­a dado muerte a tres «terroristas» en la capital iraquí­ durante una operación de búsqueda de un traficante de armas de la organización armada Al Qaeda.

Frente común

El ex brazo derecho de Saddam Hussein, Ezzat Ibrahim, lanzó un llamado a formar «un frente común de resistencia» para liberar a Irak, rindiendo además un homenaje póstumo a su antiguo jefe, en un comunicado publicado en Internet hoy.

«Llamó a los valientes dirigentes de la Yihad (guerra santa), a los valerosos combatientes en todos los grupos yihadistas a actuar seriamente para la creación de un frente de yihad y de resistencia (…) para destruir al enemigo y liberar a nuestra querida patria», escribe Ezzat Ibrahim en un largo comunicado publicado en el sitio del partido Baas iraquí­ disuelto, la formación de Saddam Hussein.

Ezzat Ibrahim es el más alto responsable del antiguo régimen iraquí­ aún prófugo.

«Juro continuar la yihad sagrada, acentuarla y prolongarla hasta la liberación total de nuestra patria», añade Ezzat Ibrahim.

«El asesinato de Saddam Hussein a manos de los criminales de la administración estadounidense y de sus aliados entre los ingleses, los sionistas y los persas, no hará más que aumentar la determinación del Baas, de su pueblo y de la nación árabe», añade Ezzat Ibrahim.

En noviembre de 2005, el ejército estadounidense anunció que mantení­a su oferta de dos millones de dólares por toda información que condujera «a la captura o la muerte» del ex brazo derecho de Saddam Hussein.