Tiger dio el primer paso


Tiger Woods, en una foto de archivo, intenta sacar la pelota de una trampa de arena. De la misma forma, el viernes pasado el mejor golfista del mundo intenta salir del bache que se metió por un escándalo extramarital. FOTO LA HORA: ARCHIVO

A las personas que están destrozando a Woods por su mea culpa del viernes, déjenme aclararles algo: Woods entró al confesionario más grande del planeta, miró a las cámaras de televisión, se bajó de su pedestal, admitió su infidelidad, se disculpó más de una vez y suplicó por una segunda oportunidad. Hizo todo esto mientras que su madre estaba a metros de distancia, ¿y todo esto aún no es suficiente para ustedes?

Redacción Deportes
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Por supuesto que fue armado.

¿Qué esperaban? ¿Un evento PPV en el que Woods hiciera una presentación de PowerPoint de cuántas han sido mujeres, que no tienen el nombre Elin, con las que se ha acostado? Y si prestan atención al gráfico 11-A, verán un listado de ciudades y paí­ses en los que he engañado a mi esposa.

Y, por supuesto, se lo vio como a un hombre en medio de una pelea de puños con él mismo. El viejo Tiger jamás se hubiese sometido a algo así­, a tal humillación pública. El nuevo y rehabilitado Tiger lo hizo, pero no fue algo que le salió con naturalidad.

Realmente, ¿cuántas libras de carne de Woods quieren hasta decir que ha sido suficiente? ¿A quién le importa si el discurso no sonó bien, o si no mojó con lágrimas el papel que estaba leyendo — como si así­ fuese la manera con la que uno tiene que juzgar la sinceridad y calidad de esos 13 minutos y 32 segundos.

La confesión del viernes fue más bien el comienzo que el final. Woods mismo lo dijo. De hecho, con ella cumplió con los pasos No. 4 y No. 5 del programa de 12 pasos al que se está sometiendo para lidiar con su adicción.

Paso No. 4: «Hacer un inventario moral inquisitivo y valiente de uno mismo».

Paso No. 5: «Admitido& para nosotros y para los demás la naturaleza precisa de nuestros errores».

No sé ustedes, pero Woods le está diciendo al mundo, «Mis errores me han hecho pensar en mí­ y verme de una manera que nunca me hubiese gustado hacerlo», esto parecerí­a cumplir con el inventario moral. Además agregó, «He sido infiel. Tuve affairs. Engañé», esta es una admisión directa y sin rodeos de un error como jamás escucharás.

Pero la realidad es que poco de eso importa. Si querí­an una disculpa de Woods, la recibieron. Si querí­an lagrimas en sus ojos, las vieron. Si querí­an humildad, se las ofreció.

Estoy seguro que ninguno de ustedes me puede nombrar la última vez que Woods admitió haber hecho algo mal.

Poco después de la declaración de Woods, apareció coincidentemente un comercial de Nike, en el cual la canción principal era «Todos en la jungla».

Todos se caen, pero ¿cuán rápido te vas a levantar?

A Woods lo noquearon en noviembre. El daño fue auto-infligido y merecido.

El viernes en un ambiente más que bizarro, se volvió a parar.

Despacio y tambaleante, pero se paró.